La Diputación de Huelva y Cruz Roja están distribuyendo desde este miércoles, entre las personas que se encuentran en los asentamientos de la provincia, productos derivados del ganado caprino, en este caso 900 litros de leche de cabra, que han sido donados por los productores de ganado caprino de Andalucía.
La Federación Andaluza de Asociaciones de Ganado Caprino de Pura Raza, ‘Cabrandalucía’, dentro de la iniciativa solidaria #YoNoRompoLaCadena, está ofreciendo este producto de primera necesidad a los colectivos que más lo necesitan en esta crisis sanitaria, con el fin de ayudarles a subsistir mientras cumplen el confinamiento decretado por el Gobierno. La acción pretende mostrar el lado más solidario de la ganadería caprina para que los productos derivados (como la leche, productos cárnicos y quesos) lleguen a los colectivos más vulnerables de Andalucía en esta crisis (Hospitales, Residencias y Colectivos desfavorecidos).
La Diputación de Huelva ha destinado 60.000 euros para hacer frente a las necesidades generadas por la emergencia del coronavirus-COVID 19, que han agravado las condiciones de vulnerabilidad que se viven en los asentamientos chabolistas diseminados por diferentes lugares la provincia. En colaboración con la ONG, Cruz Roja, organización que viene trabajando sobre el terreno en estos campamentos, han movilizado medios y recursos para dar respuesta a la situación de crisis humanitaria que se vive en estos lugares, incrementada por las medidas de confinamiento.
Producción sostenible de calidad
Según explica la representante de la Federación de productores de Ganado Caprino en Huelva, Sara Rey, esta campaña es una acción puntual en un momento muy especial “en el que todo gesto de solidaridad alienta a la necesidad de la humanidad de no perder los valores del bien común”.
A través de esta campaña, asegura Rey, la Federación quiere reivindicar a sus ganaderos y productores como un pilar básico en la economía rural, el mantenimiento de nuestros bosques y la producción de alimentos de alta calidad y sostenibilidad. La producción caprina representa en nuestra provincia “un modelo de soberanía alimentaria que es garante de patrimonio, genético, social y medioambiental”.