El equipo de Gobierno se ha desplazado a la piscina de verano para comprobar el estado final de las obras y su puesta a punto. A falta de que el verde crezca por algunas zonas, los operarios están ya tratando con sal los dos vasos de agua y dando los últimos retoques. La alcladesa, Syra Senra, ha indicado que “ya está prácticamente terminada y en unos días podríamos abrirla al público; no obstante, nuestro principal trabajo es el de proteger a los valverdeños, por eso, al igual que la inmensa mayoría de los pueblos de la provincia de Huelva, no la vamos a abrir porque el virus sigue aquí, y porque vamos a minimizar cualquier riesgo de contagio para los vecinos. No la vamos a abrir por responsabilidad y por seguridad”.
La concejal de Urbanismo, Mar Vázquez, ha dado cuenta de los trabajos que han sido precisos hasta llegar a este momento y que no estaban en el proyecto que se ejecutaba hasta junio del pasado año. Entre ellos ha destacado “la impermeabilización de los vasos de la piscina, y es que incluso se llegaban a producir filtraciones y emanaciones hacia la piscina provenientes del exterior. Tampoco estaban en el proyecto servicios básicos como aseos, iluminación, y canalizaciones, imprescindibles para la puesta en marcha de la piscina”. Vázquez ha recordado el estado en el que se encontró las obras en nuevo equipo de Gobierno en junio de 2017, con los vasos sin tan siquiera hormigonar, y ha lamentado que el exalcalde Cayuela haya mentido a sus vecinos asegurando que la piscina tendría que estar acabada solo un mes después, en julio de 2019”.
Por su parte, el concejal de Economía y Hacienda, Carlos Vélez ha informado que el coste de la piscina ha ascendido a 849 mil euros, 131 mil euros más de lo inicialmente presupuestado. Vélez ha indicado que “cuando entramos a gobernar hace un año nos pusimos al frente de la gestión de este proyecto y vimos la historia de despropósitos que se ve reflejada perfectamente en los costes de la piscina y en la complejidad de su construcción”. El consistorio garantizará el mantenimiento del césped, la limpieza y la depuración para su constante puesta a punto.
Carlos Vélez ha concluido que “esta obra, junto con las de las pistas de atletismo, generó al principio del mandato una tensión financiera importante y justo un año después parece que la tesorería municipal tiene visos de remontar. Esperemos que continúe así en el futuro porque fue un mal trago que al final acaban pagándolo los valverdeños”.