PACMA califica de «inadmisible» la declaración de la rehala y la montería como Bien de Interés Cultural por parte del Gobierno presidido por Juan Manuel Moreno, y señala que «supone el blindaje de la muerte de animales a manos de los cazadores y del maltrato animal infligido a los perros empleados para cazar, que son sometidos a unas vidas miserables».
Desde el Partido Animalista manifiestan que «existe una contradicción entre esta declaración y la Ley 11/2003, de 24 de noviembre, de Protección de los Animales en Andalucía, que es vulnerada por los rehaleros constantemente».
«Los rehaleros mantienen a los animales en pésimas condiciones higiénico-sanitarias, sin la atención veterinaria, el alojamiento o la alimentación adecuadas. Los perros viven hacinados, encadenados y sometidos en zulos donde apenas ven la luz del sol, además de ser usados para matar animales», subrayan.
Por todo ello, el 24 de julio de 2019, el Partido Animalista ya había presentado alegaciones en contra de la inscripción de la rehala y la montería como Bien de Interés Cultural, argumentando que «no existía una base sólida que legitimase esta consideración de la rehala y la montería como actividad etnológica».
Ahora, con esta declaración, «además de legitimar el maltrato animal y la muerte de animales, el Gobierno andaluz vulnera el derecho de la ciudadanía andaluza al acceso y disfrute del medio ambiente al establecer el territorio andaluz casi en su totalidad como coto de caza, reserva de caza o zona de caza controlada».
PACMA critica esta decisión de la Junta de Andalucía, que «vuelve a suponer una forma de apoyo institucional al lobby de la caza. El Partido Animalista continuará trabajando para acabar con esta cruel actividad, que supone la muerte de millones de animales en los montes y el maltrato de decenas de miles de perros, utilizados como herramientas».