Esta noche, cuando sean las diez, los palmerinos sentirán un vacío tremendo porque es el instante en que debía comenzar su Real Feria y Fiesta de la Vendimia del Condado con el encendido del alumbrado. Fiesta suspendida por la pandemia que estamos sufriendo, “ha sido un gesto y un acto de responsabilidad, de concienciación, de solidaridad, y, sobre todo, el no subestimar el problema que desgraciadamente estamos viviendo, tenemos que ser responsables, ha dicho el alcalde, Manuel García Félix, quien ha manifestado que será una feria distinta pero vivida desde la intimidad, desde el corazón, “porque la feria en los palmerinos está inoculada”. Y es que la feria de La Palma es una de las más antiguas de Andalucía, data de 1398, “se suspende así algo muy trascendente y que está en el alma de la ciudad”.
Para recordar las fiestas el Ayuntamiento ha inundado plazas y calles con farolillos y ha invitado a los vecinos a adornar ventanas y balcones con motivos de feria. También por redes sociales y por la televisión local y comarcal se podrán ver programas especiales realizados por el propio consistorio.
Todos en La Palma van a echar de menos esos ratos de feria a mediodía, de tarde o de noche donde las luces van cambiando y las emociones también en amistad y fraternidad.
También está suspendida la celebración de la Fiesta de la Vendimia, que tendría que suceder el próximo sábado, día 19, “es nuestra imagen, es sentimiento de pertenencia, es algo que nos identifica mucho, es la fiesta que marca la historia de un pasado bodeguero, que indica el presente dinámico de nuestras bodegas y que marca un horizonte de esperanza en el sector del vino”, ha dicho Manuel García Félix que además considera un acto cultural “en el que se revela lo que hemos sido, lo que somos y lo queremos no dejar de ser”.
El lunes tendría que concluir esta feria, un día muy especial para el alcalde, “es de los días más entrañables del año porque tengo la oportunidad de hablar con nuestro mayores en el almuerzo homenaje que le damos en la caseta municipal, de escuchar sus vivencias y, sobre todo, es un día emotivo porque es un homenaje y reconocimiento a aquellos que hicieron y han hecho posible el pueblo que tenemos”
Concluye el alcalde con un mensaje de esperanza, “llegará una nueva feria, y esa feria la viviremos todos juntos en convivencia y en amistad, brindando con vino de La Palma.
Vamos a echar de menos este año, nuestros corazones echará de menos esos ratos en el Real. Tenemos la esperanza de que el año que viene sí podamos celebrarla porque esa esperanza es la que va a provocar el que todo se solucione y esa es la mejor noticia”.
