El concejal de Adelante Huelva en el Ayuntamiento de la capital onubense, Jesús Amador, ha explicado este viernes en que consiste un modelo de reciclaje de envases en el que propone instalar máquinas en las que se recibe dinero por cada envase reciclado, en lo que viene a llamarse Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR), para que empiece a usarse en Huelva.
Según los últimos datos aportados por el grupo municipal, “la media de reciclaje está estancada en un 25 por ciento de reciclaje de los envases”, ha indicado Amador en rueda de prensa. En un momento en el que los recipientes plásticos y las latas de aluminio “suponen un problema de escala planetaria”, Adelante propone al Ayuntamiento “una prueba piloto encaminada a aumentar el reciclaje, al consumo en mercados locales y a usar el transporte público”.
Además, la iniciativa “supone mantener las calles más limpias, porque “¿quién rechazaría guardarse su lata de refrescos vacías en vez de tirarla al suelo sabiendo que va a recibir dinero por ello?”, ha apuntado.
Y es que el modelo propuesto se basa en instalar máquinas que reciben latas y envases plásticos y devuelven tickets con dinero canjeable en los puestos de los mercados locales y en la empresa pública de autobuses municipales.
La idea repercute igualmente de “manera positiva” en la situación de crisis económica actual “favoreciendo el acudir a los mercados municipales”, un sector “muy perjudicado” a raíz de la crisis sanitaria por el covid 19, ha matizado.
Así, frente a la forma de proceder actual, el edil propone que el Ayuntamiento de Huelva avance hacia el Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR), comúnmente conocido como Sistema de Retorno de envases. Este sistema, complementario a los Sistemas Integrados de Gestión (SIG) actuales, “funciona en otras regiones del mundo con gran éxito, llegando a cuotas de recogida del 98 por ciento, como por ejemplo en Alemania”.
Con esto, tal y como traslada el concejal anticapitalista, se pasaría de un modelo en el que “las empresas productoras reciclan lo justo para justificar su obligación, y en el que se traslada la presión por reciclar a la ciudadanía, a incentivar de forma real por hacerlo recibiendo el coste de los envases que ya se pagó al consumir el producto”.
La medida tiene un carácter temporal y, con espíritu de prueba piloto, tiene toda la intención de que “venga para quedarse”, ya que tal y como explican desde la agrupación andaluza están “decididos a impulsar medidas que beneficien al medio ambiente”. Si a todo ello se le une que “mejoran la limpieza, incentivan tanto el uso de transporte público como el consumo local y viene bien a los bolsillos onubenses”, no ven “ningún impedimento en que esta medida no se extienda en el tiempo y a otros municipios”.