El sistema Emergencias 112 Andalucía, adscrito a la Consejería de la Presidencia, Administración Pública e Interior de la Junta, ha coordinado un total de 247 avisos por incendios en viviendas desde el 1 de enero al 30 de noviembre de 2020 en la provincia de Huelva.
Esto supone un ligero descenso con respecto a la cifra registrada el pasado año (exactamente, un 6,79 por ciento), cuando en el mismo periodo se atendieron un total de 265 avisos por fuegos en domicilios.
Los meses de invierno son los que concentran un mayor volumen de avisos por incendios en viviendas, debido a la bajada de las temperaturas y al uso de radiadores, estufas, braseros y otros aparatos de calefacción. De hecho, fue enero el mes con mayor número de este tipo de siniestros, cuando se llegaron a contabilizar un total de 36 incidencias.
Si bien, los incendios en domicilios también obedecen a otras causas como el uso de aparatos de refrigeración, aparatos eléctricos o aquellos en los que el origen se encuentra en otros focos de calor, como hornillas, cigarros o velas. Así se explica como en agosto se alcanzaron las 32 actuaciones, en marzo 29 y en julio 27.
En el cómputo global andaluz, el Teléfono 112 gestionó desde enero a noviembre un total de 3.145 incidencias por fuegos declarados en el interior de viviendas. Por provincias, Huelva, con 247 avisos, supone un 7,85 por cierto del total.
Sevilla aglutina el mayor número de estos siniestros, con 828 incendios, seguida por Málaga, con 575; Cádiz, con 409, y Granada, con 386. Las provincias en las que se han atendido hasta el momento un menor número de avisos han sido Huelva (247), Almería (245), Jaén (238) y Córdoba (215).
Cómo actuar en caso de incendio
Si a pesar de todo, se declara un incendio en casa, lo primero es mantener la calma y llamar al Teléfono de Emergencias 112 para alertar de lo ocurrido. Si es un fuego pequeño y puede controlarlo, intente apagarlo situándose siempre entre el fuego y la vía de escape. Si no es posible extinguirlo, no se debe correr riesgos y sí abandonar el lugar cerrando las puertas al salir para evitar que se propague. Nunca se deben emplear los ascensores como vía de evacuación.
El humo acumulado puede dificultar la visibilidad e impedirnos respirar bien; si se da este caso, lo mejor es gatear lo más cerca del suelo. Antes de abrir cualquier puerta, es crucial comprobar que no está caliente y que no sale humo por las rendijas, si es así, no debe abrirse porque el oxígeno alimentaría las llamas y empeoraría la situación.
En caso de no poder abandonar el lugar, se debe buscar refugio en una habitación con ventanas para poder llamar la atención y pedir ayuda, use un pañuelo o prenda de color llamativo que le haga visible. Si es posible, tape las ranuras de la puerta, preferiblemente con trapos mojados para evitar que entre humo en la estancia. En caso de que prenda su ropa, no corra; túmbese en el suelo y ruede sobre sí mismo.