Desde Andalucía Por Si Huelva hemos visitado recientemente el Yacimiento Megalítico que había en el municipio de Ayamonte, que se encuentra en una zona con una extensión de 700 hectáreas, encontrándonos una imagen dantesca, que dista mucho de las primeras noticias que hubo sobre este enclave megalítico y aún más del cercano yacimiento (Menhires Do Lavajo) de Alcoutim, que encontramos en tierras portuguesas, el cual es completamente visitable y que aporta un punto turístico interesante para la zona, este aporta una estampa horrible que no tiene nada que rivalizar a cualquier escombrera de una ciudad.
Comprobamos como este impresionante yacimiento, ha pasado a mejor vida, gracias al compadreo, que han tenido tanto el Ayuntamiento de Ayamonte, como la Junta de Andalucía, la cual entiende que proteger este patrimonio es marcar con una x las piezas ya dañadas, con tal de declarar que ha actuado ante tal crimen cultural. Teníamos en nuestra provincia lo más parecido a un ‘Stonehenge’ onubense, de lo cual ahora solo queda una cáscara vacía, resultado del destrozo criminal que ha sido ejecutado en la finca, el cual no solo ha consistido en el movimiento y descontextualización de las piezas megalíticas, buscando desvalorizar así su importancia, sino que ha habido un gran destrozo de menhires en pedazos de todos los tamaños, junto a una acumulación de ellos como si fueran basuras sin valor alguno.
¿Cuál es la explicación que va a dar la Delegación de Cultura de Huelva a tal crimen contra el patrimonio cultural onubense? ¿Qué excusa va a poner el Ayuntamiento de Ayamonte esta vez? ¿Dónde llega el nivel de intereses para que este campo de aguacates siga su curso de crecimiento, arrasando el patrimonio de todos los ciudadanos? Estas preguntas son las que tienen estas instituciones que responder, no anunciar falsos proyectos de investigación en torno a tal imponente patrimonio o colocarse medallas sobre las partidas presupuestarias que van a sacar para darle accesibilidad al yacimiento, cuando solamente se ve como han metido este asunto en un cajón, esperando que la opinión pública se olvide para seguir con sus intereses destructivos.
Por qué no hay que olvidar que todo este oscurantismo, todo este silencio cómplice, viene dado por los intereses que hay con este campo de aguacates, que se asienta en tales tierras, que es el causante de los destrozos al yacimiento megalítico, el cual se ha dado gracias a las costumbres que ambas instituciones tienen insertadas hasta la medula, las cuales son el tapado o destrucción de nuestra historia, como bien deja patente la historia de la Provincia de Huelva con su riqueza patrimonial, de la cual somos trágicamente expertos en su desaparición por intereses de unos pocos.
En colaboración con La Mar de Onuba y Dadmehr: prehistoric experience
