La Virgen de los Dolores, dos años después desde su última salida por Las Colonias, ha vuelto hoy a su barrio en un reencuentro lleno de emociones, como el encuentro con la Hermandad de Emigrantes, y en un bello pórtico de la Semana Santa de Huelva, que ha llenado imágenes singulares un muy especial Viernes de Dolores.
La Virgen luce para la ocasión saya bordada en terciopelo burdeos de Bordados Salteras, su característico manto de salida brocado azul pavo, toca de sobremanto y sobre sus sienes su corona de plata sobredorada de los Talleres de Villarreal.
Para el tocado, la virgen estrena una fabulosa blonda de un antiguo encaje de Bruselas y Punto de aguja donado por un hermano de la Hermandad, ciñe su cintura un fajín realizado a partir de un tejido de lamé de oro con concha y borlas de oro, además entre las numerosas alhajas se encuentra diversas joyas de coral donde destaca el nuevo puñal donado por una familia hermana de la Hermandad y la medalla de la ciudad de Huelva sobre su pecho.
A las 19.00 horas partía la comitiva religiosa desde la parroquia que lleva el nombre de la Virgen para seguir por Presbítero Manuel López Vega, Avda. Cristóbal Colón, Río Tinto, Plaza de Ntra. Sra. de los Dolores, Prolongación de Pérez Galdós (Residencia de Mayores «Santa Ángela”), Santa Rafaela María, Pérez Galdós, Don Bosco, Avda. Cristóbal Colón, Guadalcanal (Comandancia de la Guardia Civil), Juan Salvador, Juan Mateo Jiménez, Pérez Galdós, Pbro. Manuel López Vega y regreso al Templo.