La Audiencia Provincial de Huelva ha condenado a 21 años de cárcel a la enfermera acusada de envenenar a siete sanitarios con metadona en la prisión de Huelva en el año 2018. Además, tendrá que pagar una indemnización a cada uno de los perjudicados, que en su totalidad suma 61.840 euros, y se le prohíbe acercarse a ellas a menos de 300 metros por tiempo de once años y nueve meses.
Así, la sentencia considera que esta persona es «autora criminalmente responsable» de cuatro delitos de lesiones por los que se le condena a dos años y tres meses de prisión, por cada uno de ellos, además de otros seis delitos por lesiones al resto de las víctimas, por los que pagará dos años de prisión por cada uno.
Asimismo, la Audiencia Provincial ha fallado la inhabilitación del derecho de sufragio pasivo y para el ejercicio de profesión de enfermera durante el tiempo de duración de la condena.
El escrito de Fiscalía señala que los hechos por los que fue juzgada sucedieron entre julio y noviembre de 2018, cuando la acusada «con claro ánimo lesivo, aprovechando el acceso como enfermera a un armario con llave en la farmacia dentro de la enfermería» del centro penitenciario, al que tenía acceso, «procedió a hacerse con unas cantidades indeterminadas» de metadona «para introducirla en los alimentos que para consumo propio guardaban sus compañeros en la sala de descanso localizada en dichas dependencias».
Asimismo, apunta que esta era mezclada junto con nordiazepam y, ocasionalmente, pregabalina, así como indica que la ingesta de metadona por quien no está habituado mezclada con fármacos potenciadores «es susceptible de suponer un grave riesgo para la salud». De hecho, siete de sus compañeros que las consumieron sin saberlo sufrieron intoxicaciones y requirieron de atención hospitalaria.