El Consejo de Gobierno de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) ha aprobado en su sesión de este miércoles las Normas de Convivencia de esta institución, que vienen a sumarse a protocolos ya existentes en materia de prevención del acoso sexual y moral, código ético, defensoría universitaria y plan antifraude.
Este reglamento se asienta en una cultura preventiva para el establecimiento de una convivencia pacífica y democrática de la comunidad universitaria en el ámbito de su actividad docente, investigadora y de gestión, tanto en el plano presencial como en el digital.
Entre los valores y principios que rigen la convivencia en la UNIA están el respeto y tutela de los derechos fundamentales y la igual dignidad de toda persona, así como a la diversidad y la tolerancia, la igualdad, la inclusión y la adopción de medidas de acción positiva en favor de los colectivos vulnerables. También, la prevención o erradicación de cualquier conducta o situación que resulte contraria al principio de igualdad real o al derecho la intimidad.
Asimismo, se prestará especial atención al rechazo y a la eliminación de toda forma de violencia, discriminación, o acoso sexual, por razón de sexo, orientación sexual, identidad o expresión de género, características sexuales, origen nacional, opinión, pertenencia a grupo étnico, discapacidad, edad, estado de salud, religión o convicciones, lengua, nacimiento, condición genética, clase social.
La normativa aboga por el respeto y la protección de la libertad de expresión e información, de enseñanza y de cátedra, y por la transparencia y regularidad en el desarrollo de la actividad académica.
Todos los miembros de esta universidad, y especialmente quienes ejerzan funciones de gobierno, deberán desarrollar sus servicios con absoluto respeto a los principios de integridad y honestidad; actuando personal y profesionalmente con veracidad y transparencia y evitando actitudes de abuso de poder, conflicto de intereses, falsedad o engaño.
Para dar cumplimiento a lo dispuesto por este reglamento, se crea la Comisión de Convivencia de la UNIA, cómo órgano colegiado y paritario encargado de lograr una convivencia pacífica, armónica y democrática de la comunidad universitaria en el ámbito propio de esta institución. Entre sus funciones están canalizar iniciativas de estudiantado, profesorado y personal de administración y servicios para la mejora de la convivencia; participar en el diseño de los programas de formación, información y concienciación, e impulsar procedimientos de mediación.
La UNIA se dotará de reglas, procedimientos y órganos que de forma integral y plena prevengan y aseguren a cualquier miembro de la comunidad universitaria una protección adecuada frente a cualquier tipo de violencia o acoso, sea éste discriminatorio o moral.