Hace unos días se presentaba en el auditorio del Centro Cultural Casa Grande de Ayamonte, el poemario titulado ‘Diario de un poeta encadenado’, del autor ayamontino Nacho Lameiro. Un libro incluido en la colección Los libros del estraperlo de la Editorial sevillana Wanceulen. La ilustración de portada es del pintor ayamontino Miguel Marín Cristóbal, un magnífico trabajo.
Nacho pertenece a una nueva generación de poetas que irrumpen con fuerza en esto de definir situaciones, emociones o reflexiones de manera distinta, clara y con una fuerza expresiva que nos sorprende a todos. Sus lecturas sorprenden por cuanto es una manifestación sincera de cada uno de esos sentimientos que se muestran de manera distinta en cada verso. Recita con fuerza, pasión, entrega y hace de su lectura una dramatización que nadie queda ajeno a lo que está presenciando.
El acto lo abrió la concejala de cultura del Ayuntamiento ayamontino, Remedios Sánchez, quien de manera breve anunció la novedad de la nueva poesía ayamontina. Dejó solo en el escenario al poeta, al actor, al traductor de sus propios versos y este, se dejó llevar por el momento, por su primera presentación, por su primer poemario, por su primera lectura en unas tablas que ya almacenan poemarios y novelas de muy variada hechura.
Con el patio de butacas absorto en la presentación, pendiente de cada gesto y de cada verso, guardó un silencio absoluto en todas y cada una de las lecturas, y Nacho, se recreo en esos momentos mágicos, en esos versos que anuncian un futuro cargado de sorpresas. “ A la sombra de un flexo/ en contradicción conmigo, / por la tesitura del porqué/ el pez nada a contracorriente…./
Y para dejar la obra terminada, Nacho cogió el poemario con la misma emoción que lo cogió el primer día, cuando lo recibió, y regaló su último poema junto a los sonidos que arrancó su primo José Manuel Mena del viejo piano que pasa las noches tras las cortinas de un escenario cargado de alegrías y sorpresa.
Nacho ya va de aldea en aldea regalando su voz y sus poemas nuevos disfrazados de los sentimientos de siempre.