(Firma: Luis Anes) La inteligencia artificial es una realidad que está llegando a todos los ámbitos de la sociedad y de la tecnología. Como de costumbre ante lo nuevo y desconocido se abre siempre el debate de si es algo positivo o negativo. Siempre diré que no es el recurso en sí sino el uso que se haga de él lo que nos dará la respuesta de si algo es bueno o malo.
Últimamente, a raíz de unos problemas visuales y físicos de mis ojos que estoy padeciendo, me refugié en la fotografía como recurso para poder apreciar los muchos detalles que me perdía a mi alrededor. Pero más tarde, lo llevé a otro nivel. La forma de ver las cosas y cuanto me rodea desgraciadamente ya no son lo mismo, pero decidí no caer en el desánimo así que desde el optimismo y creatividad estoy convirtiendo las dificultades en oportunidades, me digo a mí mismo que tengo un punto de vista constructivo y creativo.
He querido utilizar la inteligencia artificial para lo mismo, para modificar lugares y puntos de la ciudad de Huelva, ya de por sí atractivos y hermosos, aplicando distintos parámetros artísticos de los más variados pintores y sus estilos que la Historia nos ha dado a la Humanidad. Cómo serían las obras, construcciones, espacios de Huelva desde el punto de vista de Dalí, Van Gogh, Da Vinci…
De este modo, las líneas de la realidad se mezclan en un mundo mágico a través del arte con el arte, un uso metalingüístico del lenguaje artístico. Lugares ya de por sí hermosos de Huelva, todo un paraíso que a veces falta descubrir, se transforman en una realidad distinta que aumenta aún más si cabe la oferta artística que Huelva nos presenta.
Y es que quiero mostrar alguna de las ventajas de la inteligencia artificial pero siempre bajo la mano humana que debe guiar el desarrollo de toda obra. Hay una gran oferta de aplicaciones y programas de inteligencia artificial para trabajar con la imagen y la fotografía. Las hay de lo más variadas y algunas con más éxito en sus creaciones y resultados que otras: Dall-e, Craiyon, Midjourney, Dreamstudio…
Pero el toque personal se lo doy desde el origen, pues comienzo en una fotografía real realizada por mí de los distintos lugares y espacios de Huelva. A partir de ahí acudes a los distintos programas y aplicaciones de IA, los combinas en el proceso creativo, la obra va evolucionando desde su original… Y termino siempre con edición manual.
Además, por mis circunstancias voy poco a poco, periodos de trabajo muy cortos y con muchas pausas que alargan bastante el proceso, pero me permite ser más consciente de la evolución de la obra. Si buscas un resultado final diferente al resto, no consiste en dejar que la ‘máquina’ cree por sí misma de forma autónoma, a veces incluso llega a creaciones absurdas o dantescas.
Debemos guiar el proceso, ir eligiendo parámetros para lograr el resultado final deseado, combinar distintas aplicaciones, variar la narrativa que le aplicas a la imagen, etc. La máquina entiende de algoritmos, pero las personas ponen su intelecto y su corazón.
De este modo, la inteligencia artificial es un claro ejemplo de ayuda y recurso facilitador pero es la edición personal la que la dota de emoción y sentido. Ni decir tiene que la riqueza creativa de un artista jamás podrá ser igualada por una máquina, pero quizás es que no estemos hablando de la misma categoría de creación o destreza.
Curiosamente, últimamente se están dando casos de confusión entre un tipo de obras y otras incluso en concursos y galerías. Ocurre con otro tipo de creaciones donde se recurre a la IA; sí cabe recordar la necesidad de un código ético de uso, la franqueza y transparencia de cuando está presente y no, mostrar la identidad de la obra, por muy difícil de diferenciar ambos tipos conforme la tecnología sigue avanzando.
Quiero romper una lanza en favor de la tecnología y los recursos digitales. No son estos en sí mismos el peligro o un factor negativo si no es el uso que se haga de ellos lo que va a determinar que algo sea bueno o malo. Ya tuvimos este debate hace un par de décadas con la llegada, desarrollo y mejora de Internet. Hoy nadie cuestiona ya su uso pero sí el tipo de uso que se haga de él.
De hecho, ante mis problemas de visión, ahora mismo estoy escribiendo este texto con la ayuda de la tecnología capaz de convertir el sonido de mi voz en palabras. ¡Algo impensable hace unos años! ¿Después hace falta la supervisión y revisión del ser humano que la maneja? Claro que sí, pero facilita gran parte del trabajo previo. En Educación hablamos de ‘adaptaciones de acceso’. Ésa debe ser la finalidad del progreso: ayudar y mejorar.
En cualquier caso, más allá de este debate, espero que les gusten estas creaciones con las que humildemente reinterpreto parte de nuestra ciudad. ¿Arte o no arte? ¿Destreza con las tecnologías? Ya eso depende de los ojos que las observen. Al final se trata simplemente de disfrutar con cuanto se crea. Y disfrutar con lo hermosa que es Huelva, la mires como la mires.
Utilizando parámetros del artista francés Paul Cézanne y su obra postimpresionista ‘Las grandes bañistas’, junto a la localización del estadio Nuevo Colombino, en Paseo de La Ría (Huelva).