Alumnos de 1º y 2º de la ESO del IES Estuaria de la capital aprenden en el Hospital Universitario Juan Ramón Jiménez a proteger su salud de la interferencia de la industria tabaquera dentro de las actividades de sensibilización organizadas por el centro en el Día Mundial sin Tabaco.
Precisamente la Organización Mundial de la Salud (OMS) y STOP, que ejerce funciones de vigilancia mundial de la industria tabacalera, acaban de lanzar el informe titulado «Enganchando a la próxima generación,» donde se pone de relieve cómo la industria del tabaco y la nicotina diseña productos, pone en marcha campañas de mercadotecnia y trabaja para configurar unos entornos de políticas que les ayuden a crear adicción entre los jóvenes del mundo.
Por ello, el servicio de Medicina Preventiva y Salud Pública del Hospital Universitario Juan Ramón Jiménez, dentro del programa de actividades que desarrolla cada 31 de mayo, dirige la atención especialmente a los más jóvenes para alertarles de la importancia de evitar el inicio en este nocivo hábito y destacar los beneficios que les reporta un estilo de vida saludable.
Los 90 alumnos acompañados por sus profesores han sido recibidos con un desayuno saludable organizado especialmente para ellos y han recibido algunas camisetas con el lema ‘25 razones para dejar de fumar’. Con atención han asistido a la conferencia y debate con el experto en tabaquismo Manuel García de la Vega, en calidad de presidente de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública y Gestión Sanitaria (SEMPSPGS), quien ha incidido en la importancia de evitar el inicio del consumo, centrándose muy especialmente en el uso de vapers y cachimbas.
Cigarrillos electrónicos y cachimbas son tan nocivos como fumar cigarrillos. Son un riesgo para la salud de fumadores activos y pasivos y no pueden ser considerados una alternativa al tabaco, puesto que una sesión con estas pipas de agua equivale a inhalar 200 veces el humo de un cigarrillo. Además, el humo presenta niveles altos de CO, metales pesados y sustancias cancerígenas, por lo que son un factor de riesgo para el desarrollo de cáncer o de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, con el riesgo añadido de infecciones si se comparten boquillas.
También ha sido un día de celebración para las personas que han dejado de fumar gracias a su esfuerzo y el apoyo de la Unidad de Deshabituación Tabáquica del Hospital, quienes han recibido un diploma que lo acredita como exfumador. Anualmente unas 400 personas entran por primera vez en este programa atendido por dos especialidades.
Por un lado, Medicina Preventiva y Salud Pública atiende a pacientes ingresados, trabajadores del centro y personas derivadas desde atención primaria a la Unidad especializada, donde realizan terapia individual y grupal para dejar de fumar. Y por otro,
Neumología atiende a pacientes con patología respiratoria directamente relacionada con el tabaco, como son, la EPOC, que constituye la cuarta causa de mortalidad y, el cáncer de pulmón, que está relacionado en un 90% de los casos con el tabaquismo.
Los usuarios del Hospital también han sido partícipes de este día, encontrando en el hall de entrada una mesa informativa donde han podido realizar una cooximetría para medir el nivel de monóxido que contiene el aire que expulsan y su grado de adicción al tabaco, informándoles sobre los recursos que tienen a su alcance para la deshabituación. Además se ha llevado a cabo el tradicional intercambio de cigarrillos por frutos rojos.
La Consejería de Salud y Consumo, en el marco del Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía (PITA), cuenta con diversos programas destinados a los menores de entre 11 y 17 años, edad de comienzo del hábito en la actualidad, entre los que destacan ‘A no fumar me apunto’ y ‘Forma Joven’.