En la localidad fronteriza de Ayamonte, Huelva, la sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente se han convertido en pilares fundamentales de la industria textil local. Una de las marcas más destacadas en esta revolución verde es Glassy Europe, una empresa fundada en 2010 por dos jóvenes ayamontinos apasionados por el mar, los deportes acuáticos y los viajes en furgonetas camper.
Desde sus inicios, su principal motivación ha sido crear productos funcionales de calidad que perduren en el tiempo, integrando en sus procesos de fabricación un enfoque sostenible. Su proximidad al océano, con la playa de Isla Canela y el río Guadiana como principales fuentes de inspiración, ha moldeado sus valores y su compromiso con la preservación marina.
Uno de los productos más innovadores de Glassy son las lycras de surf sostenibles, fabricadas con poliéster reciclado procedente de plástico marino, gracias a la colaboración con la Iniciativa Seaqual. Esta iniciativa permite recoger residuos marinos a través de los pescadores y transformarlos en un nuevo y funcional producto, cerrando así el círculo de la contaminación plástica en los océanos.
Las lycras de surf no solo protegen a los surfistas del roce de la tabla durante los meses de verano, sino que también cuentan con protección solar UV50+, cumpliendo con la norma AS/NZS 4399:2017. Este alto nivel de protección es esencial para quienes pasan largas horas en el agua, asegurando una barrera eficaz contra los rayos ultravioleta.
Además, Glassy Europe ha desarrollado un programa de personalización de lycras enfocado a escuelas, clubes y organizadores de eventos, fomentando los valores de respeto por los océanos y ayudando a conservarlos. La marca se ha ganado la confianza de numerosos campeonatos, incluyendo el Circuito Europeo de Windsurf Freestyle, la prueba del circuito europeo de Paddle Surf Race en Sancti Petri, o el campeonato internacional de longboard oleaje en Gran Canaria.
La producción de estas lycras se lleva a cabo en Ayamonte, en la misma fábrica donde Glassy Europe tiene sus instalaciones. Este centro de producción cuenta con la certificación EMAS y un parque fotovoltaico que proporciona energía solar para todo el proceso de fabricación, subrayando aún más el compromiso de la empresa con la sostenibilidad.
Cada lycra lleva impreso su número de licencia Seaqual, ofreciendo total transparencia al cliente final y garantizando que el producto cumple con los más altos estándares de sostenibilidad y calidad. Desde hace algunos años los técnicos de Global Surf School de Ayamonte utilizan estas magníficas licras.
Glassy Europe, más que una marca, se ha convertido en un altavoz para las buenas prácticas medioambientales dentro de la comunidad de surfistas y amantes del océano. Su esfuerzo constante por mejorar y su compromiso con el medio ambiente sirven de ejemplo de cómo la industria textil puede evolucionar hacia un futuro más sostenible y responsable.
