Los parásitos son organismos que viven a expensas de otros, causando daños en su salud y bienestar. Los animales de granja, como los bovinos, los ovinos, los caprinos y los porcinos, pueden albergar diferentes tipos de parásitos, tanto internos como externos, que afectan a su rendimiento productivo y reproductivo. Además, algunos parásitos pueden transmitir enfermedades zoonóticas, es decir, que se pueden contagiar al ser humano.

Por estas razones, es importante controlar los niveles de parasitación en las explotaciones ganaderas, mediante el uso de productos antiparasitarios adecuados y eficaces. Los antiparasitarios son sustancias químicas que actúan contra los parásitos, eliminándolos o impidiendo su desarrollo. Existen diferentes tipos de antiparasitarios, según el tipo de parásito que combaten y la forma de administración. Algunos ejemplos son los antihelmínticos, que actúan contra los gusanos intestinales; los ectoparasiticidas, que actúan contra los parásitos externos, como las garrapatas o las pulgas; y los endectocidas, que actúan contra ambos tipos de parásitos.

Beneficios del uso de antiparasitarios en las explotaciones ganaderas

El uso de antiparasitarios en las explotaciones ganaderas tiene múltiples beneficios, tanto para los animales como para los productores y los consumidores. Algunos de estos beneficios son:

• Mejora la salud y el bienestar animal, al prevenir o tratar las enfermedades causadas por los parásitos, que pueden provocar anemia, diarrea, pérdida de peso, debilidad, infertilidad, abortos, lesiones cutáneas, etc.
• Mejora el rendimiento productivo y reproductivo, al evitar las pérdidas económicas derivadas de la disminución de la producción de carne, leche, huevos, lana, etc., y de la reducción de la capacidad reproductiva de los animales.
• Mejora la calidad e inocuidad de los productos de origen animal, al evitar la presencia de parásitos o sus huevos en la carne, la leche, los huevos, etc., que pueden suponer un riesgo para la salud humana o afectar al aspecto y al sabor de los alimentos.
• Mejora la sostenibilidad ambiental, al reducir la contaminación del suelo y el agua por las heces de los animales parasitados, que pueden albergar parásitos o sus huevos, y que pueden afectar a la biodiversidad y a la salud de otros animales y personas.

Recomendaciones para el uso de antiparasitarios en las explotaciones ganaderas

El uso de antiparasitarios en las explotaciones ganaderas debe realizarse de forma racional y responsable, siguiendo unas recomendaciones básicas, que son. Nutrofar, especialistas en farmacología ganadera, aconsejan el uso de estos productos siempre bajo estrecha vigilancia veterinaria y siguiendo estas recomendaciones:

• Realizar un diagnóstico previo, mediante análisis coprológicos o de sangre, para determinar el tipo y el grado de parasitación de los animales, y así elegir el antiparasitario más adecuado y la dosis correcta.
• Seguir las indicaciones del fabricante y del veterinario, respetando la vía de administración, la frecuencia, la duración y los días de retiro del antiparasitario, para garantizar su eficacia y seguridad.
• Rotar los antiparasitarios de diferente familia o mecanismo de acción, para evitar la aparición de resistencia de los parásitos, que disminuye la eficacia de los antiparasitarios y dificulta su control.
• Combinar el uso de antiparasitarios con otras medidas de prevención, como la higiene, la alimentación, la vacunación, el manejo y la rotación de los animales, para reducir la exposición y la transmisión de los parásitos.

Conclusión

El uso de antiparasitarios en las explotaciones ganaderas es una práctica necesaria y beneficiosa, que puede evitar el riesgo de infecciones por parásitos, que afectan a la salud y al rendimiento de los animales, y que pueden suponer un peligro para la salud humana y el medio ambiente. Sin embargo, el uso de antiparasitarios debe realizarse de forma adecuada y responsable, siguiendo unas pautas de diagnóstico, tratamiento y prevención, que aseguren su eficacia y seguridad, y que eviten la aparición de resistencia de los parásitos. De esta forma, se podrá mejorar la calidad y la rentabilidad de las explotaciones ganaderas, y contribuir a la producción de alimentos sanos y sostenibles.