Este 2023 que se va será de triste recuerdo para la familia del Sporting Huelva que ha cuajado uno de sus peores años en toda su historia y en su décimo octava temporada en Primera división femenina, el club se encuentra en una profunda crisis deportiva, de la que no sabe salir a día de hoy y en la que se le presenta un horizonte muy negro para 2024.
Antonio Toledo, alma mater del club, volvió a sufrir una campaña más para mantener al equipo en la máxima categoría del fútbol femenino español y hasta la última jornada y en el partido ante el Levante Las Planas, no pudo certificar una permanencia que cada año que pasa le cuesta más trabajo conseguirlo al club onubense.
Y es que el Sporting lleva jugando con fuego desde hace varios años y antes o después va a perder la categoría y lo peor de todo, su visibilidad en el fútbol de elite femenino español, con lo que ello supone y con el salto cualitativo que el fútbol femenino ha dado en los últimos tiempos.
Y si malo fue el último tramo de la pasada campaña, peor ha sido el primero de esta temporada, donde el Sporting está cuajando sus peores números en toda la historia en Primera división, habiendo sumado un solo punto de 36 posibles, siendo el peor ataque de la categoría (7 a favor) y la peor defensa (28 tantos en contra), números que abocan al abismo a un equipo que sufrió la renuncia de Antonio Toledo como entrenador, aunque sigue de director deportivo y la llegada de Iván Rosado al banquillo para intentar enderezar una nave que a día de hoy va a la deriva.
Y es que la actual plantilla del Sporting Huelva no tiene nivel para poder competir y urgen cambios en este mes de enero próximo o el equipo no podrá lograr la permanencia en la categoría. Se antoja un 2024 muy incierto para el futuro deportivo del Sporting Huelva y sus responsables deben tomar medida o la singladura del Sporting en Primera división tocará a su fin en unos meses.