La Guardia Civil ha intervenido más de 1.900 prendas supuestamente falsificadas, y valoradas en 165.000 euros, en un operativo Fiscal llevado a cabo en las localidades de Gibraleón y Trigueros durante la celebración de sus fiestas patronales. Además, ocho personas han sido investigadas por un supuesto delito relativo a la propiedad industrial.

Según ha indicado el Instituto Armado en una nota de prensa, estas actuaciones se han llevado a cabo dentro del marco de la lucha contra el comercio ilegal de prendas falsificadas, que afecta «especialmente» a las zonas turísticas de la provincia, así como para velar por la seguridad del turismo (Turismo Seguro) y el comercio (Comercio Seguro).

Las investigaciones previas llevadas a cabo por los agentes revelaron que una red de personas se dedicaba, en las ferias locales de la provincia, a la venta de imitaciones de productos de alta gama, con el fin de captar a un público que busca acceder a artículos de moda a precios reducidos, siendo en las recientes fiestas de Gibraleón y Trigueros donde pretendía operar.

Esta red aprovechaba la multitud y el constante flujo de personas en las fiestas locales para actuar con «relativa impunidad», dadas las dificultades de actuación de la Guardia Civil para interceptarles sin crear problemas de orden público o alteraciones de la seguridad ciudadana. Por ello, la operación se ha desarrollado en tres intervenciones en las fiestas de Gibraleón y Trigueros.

Finalmente fueron interceptados varios vehículos donde se transportaban las prendas, durante la realización de Puntos de Verificación e Inspecciones Fiscal a las afueras de las localidades, con el resultado de ocho personas investigadas por un supuesto delito relativo a la propiedad industrial, siendo incautadas 629 sudaderas, 86 camisetas, 781 equipaciones deportivas de fútbol, 302 pares de zapatillas deportivas y 167 bolsos. Todas estas prendas eran falsificaciones de las principales marcas comerciales registradas y valoradas en más de 165.000 euros.

La Guardia Civil recuerda que la compra-venta de productos falsos perjudica gravemente al sector del comercio, además de poder afectar a la salud de las personas que lo adquieren, ya que, en la mayoría de los casos, estos productos podrían no haber pasado ningún tipo de control de calidad, ni sanitario, estando expuestas las personas que las usan a sufrir alergias en la piel, por los tejidos y tintes utilizados en su elaboración.

Con este tipo de comercio ilegal las organizaciones criminales consiguen «grandes cantidades de dinero, utilizando como vendedores a personas extranjeras carentes de recursos para lucrarse con unos beneficios que suelen ser redirigidos a la comisión de otros hechos delictivos».

La operación ha sido llevada a cabo por la Patrulla Fiscal y Fronteras de Mazagón, perteneciente a la Comandancia de la Guardia Civil de Huelva, los cuales han dado «un duro golpe» a la venta de productos falsificados en la provincia, lo cual vulnera los derechos de propiedad de las marcas registradas y generan un perjuicio económico significativo en el sector.