(Texto y fotos: José Antonio Mayo Abargues) Quién diría que aquel joven de traje impecable, corbata roja y cabello negro, que el sábado día 11 de junio de 2011, a las 11 de la mañana, tomaba posesión de su cargo como alcalde de Moguer, poco más de tres años después peinara canas…
La primera fotografía que ilustra este artículo fue tomada en el salón de sesiones del Ayuntamiento de Moguer el día que juró el cargo de alcalde, y en ella podemos observar que el pelo de Gustavo Cuellar Cruz, el nuevo alcalde de Moguer era completamente negro. En la siguiente foto, realizada el día 11 del presente mes de septiembre, lo vemos junto al director de zona de una entidad bancaria en el Condado de Huelva, y el aspecto de su pelo es totalmente distinto; las canas se asoman generosas por todo su cabello.
Las causas de la aparición de las canas son muy diversas. La disminución de las células que fabrican la melanina, ese pigmento responsable de darle color al cabello, es una de ellas. El estrés y las preocupaciones, son factores que favorecen o aumentan también su aparición. Hay casos históricos como el de la reina de Francia, María Antonieta, que pasó de lucir una melena completamente oscura, a lucir una melena totalmente blanca, de un día para otro, al saber que a la mañana siguiente iba a ser guillotinada. Otro de los casos fue el del político y escritor inglés Tomás Moro, ejecutado en 1535 por orden del rey Enrique VIII. Le cambió radicalmente el color del pelo justo antes de ser ejecutado en la Torre de Londres.
En el caso de Gustavo yo me inclino más por las preocupaciones que por la falta de melanina. La responsabilidad y la enorme preocupación de hacerse cargo de un pueblo con una economía en ruinas, desgasta, quema y te puede provocar, no solo la aparición de esas canas, sino hasta la caída del cabello.
Cuando salió elegido alcalde, los que le conocían bien decían de él que tenía muy poco futuro en la política porque era una persona honrada; esta es la opinión general de todos los españoles sobre los políticos de este país. Los continuos casos de corrupción en toda la esfera política nos lleva a creer que en esta regla no hay excepciones. El caso es, que este joven alcalde que viste con ropa informal y asiste a actos oficiales con un pantalón vaquero y una chaqueta de sport, terminará con toda seguridad esta legislatura con resultados muy positivos en la economía, aunque para ello haya tenido que pagar un alto precio: el precio de las canas.
Las canas no son ni más ni menos que una huella que constata el paso del tiempo por nosotros, y no es algo que nos deba preocupar, pues nos hace diferentes, interesantes y son un símbolo de madurez. ¿Os imagináis a Richard Gere, y a George Cluny sin canas? ¿Qué sería de ellos?…