Hemos iniciado la campaña electoral divisando ya, como la tierra que vio Rodrigo de Triana, los cinco millones de parados. Y de ellos, una buena parte los tenemos aquí en Huelva, la provincia más castigada por ese cáncer social. A la vez, las sucias maniobras de los políticos en el poder cada día nos escandalizan desde un nuevo perfil.Alguien me comentaba el otro día que es como si hubieran capturado a Ali Babá pero se hubieran escapado los cuarenta ladrones y todos se hubieran venido aquí.
Pero esta dramática situación no parece importarle a nadie. Ni a ciudadanos, todos estamos tranquilos, ni a políticos, solo saben descalificar a sus adversarios, ni a sindicatos, tan devaluados, tan desprestigiados (ni fuerza tienen para convocar una huelga general ahora que la situación la pide a garganta rota). Nadie mueve un dedo, no cambian ni un ápice esa manera de proceder que nos está hundiendo. Los malos hábitos están tan enquistados que sin ellos no sabrían gobernar ni administrar ni, por lo visto, legislar. Desde los agujeros negros de tantos errores y torpezas solo saben pedirnos calma para encontrar soluciones. La calma la estamos poniendo, sin duda, demasiada calma (¿seremos ya cobardes de piel cobarde y de corazón de caña, como decía Miguel Hernández?) pero ellos no ponen las soluciones.
Ante tan dramática situación, el pan y el circo sigue funcionando (los modernos coliseos se llaman campos de fútbol y los antiguos mercados, programas basura) y la borrachera colectiva del ‘hoy es hoy, mañana ya veremos’ nos invade. Mientras, nuestro presidente, un individuo que no necesita descalificaciones pues se descalifica solo, tiene la osadía de lanzar falsos mensajes como cuando nos cuenta que se acabaron los recortes, que se ha terminado el período de ajuste en la economía española, que vamos a crecer y que todo está bien. Y el colmo, para paliar los fracasos de los mítines electorales a los que acude, explica a voz en grito que está solucionando un problema, el del paro sin haberlo creado él. El cinismo llevado a su máxima potencia.
Como dice Jonathan Tepper, un prestigioso analista internacional que se refiere sin tapujos a la ‘quiebra intelectual del gobierno español’, hay que fumar «crack» para creer a Zapatero.
1 comentario en «En campaña»
Siguen ustedes creadores de opinion guardando en el baul delos… la palabra CRISIS, ¿LA CREO ZAPATERO? NO ¿COMO LA ESTA GESTIONANDO? AHI SI QUE PODRIAIS SACARLES LOS COLORES, pero amigo tambien se les esta olvidando que, las medidas dicen los expertos son de derechas, asi que estaran contentos los empresarios ¿NO LE PARECE? el ha sido tan HONESTO que lo anuncio, VOY A HACER LO QUE TENGA QUE HACER CUESTE LO QUE CUESTE Y, ahi viene el matiz que no resaltais, ME CUESTE LO QUE ME CUESTE, la lata de gasolina y hala, SE HA QUEMADO A LO BOMZO, mientras el otro a esperar caer la breva, a no arrimar el hombro con ninguna medida, oiga que el parlamento hay camaras y Rajoy ni ha echo ni dicho nada en beneficio de este pais, y para acabar, ¿ALGUIEN SE HA CREIDO QUE RAJOY NOS VA A SACAR DE ESTO? ¿que tiene la varita magica para regular los mercados? en fin, es muy facil ver como tu contrincante se muere por falta de oxigeno, hay que poner en la mesa todas las cartas, vamos creo yo, ahora si lo que se pretende es patearle el culo, pues bueno, po vale