Cuando los onubenses conocimos que el déficit de tesorería de nuestro ayuntamiento está en los 94 millones de euros, muchos nos quedamos sorprendidos pero después, vista la forma de actuar que tiene el equipo de gobierno y su alcalde a la hora de llevar a cabo los gastos, lo pudimos entender. Si de los presupuestos del ayuntamiento, la gran mayoría del dinero se va en pagar sueldos, algo no debe estar funcionando. A lo largo de los 18 años de gobierno de Pedro Rodríguez en la ciudad de Huelva, los cambios han sido notables, algo de lo que nos alegramos todos aunque el modelo de ciudad podría haber sido otro más practicable por los ciudadanos y no tan al servicio de los intereses de constructores y sus constructoras.
Naturalmente, el PP de Huelva con Manuel Andrés González y Guillermo García de Longoria a la cabeza, no puede estar muy satisfecho de cómo se está gestionando el presente escenario, porque el pago de la deuda debe ser uno de sus objetivos, pero no una de sus obsesiones, como en el gobierno de Rajoy. La deuda se pagará, pero no en detrimento de las necesidades ciudadanas ni por medio de asfixiar a los hombres y mujeres de Huelva con impuestos y embargos, tal como está llevando adelante Pedro Rodríguez.
El proyecto del Pedro Rodríguez y el Partido Popular para la ciudad de Huelva no sólo está acabado, sino que es una rémora para el desarrollo de la capital. Veinte años centrados en la recuperación de las tradiciones, convirtiendo Huelva en una ciudad de corte conservador y endogámica –como el equipo de gobierno
municipal-, que solo se mira a sí misma sin ningún proyecto de cambio ni crecimiento, hacen urgente una mayoría distinta a la actual. Me parece que es el único modo en el que la ciudad podrá plantearse salir de la crisis y proyectarse al exterior a la vez de abrir sus ventanas a las ideas aprovechables que puedan venir de fuera. Tanto PP, como PSOE e IU saben que unos índices de participación en las elecciones locales que ronde el abstencionismo habitual en Huelva, puede llevar a que Pedro Rodríguez repita mayoría absoluta, aunque el proceso de su partido va en sentido contrario, quedando en las últimas elecciones al borde de perderla. Sólo la inclusión de nuevo electorado y de grupos ciudadanos daría el viraje necesario hacia la alternancia.
No sabemos hasta dónde puede llegar la implicación de Pedro Rodríguez en la administración de los intereses de Huelva, tan preocupado como le vemos en seguir haciéndose fotos para su personal campaña electoral, ésa que no acaba nunca y que ha llevado al enfrentamiento dentro de su partido por el deseo del PP-H de que el candidato sea otro. Siendo ese un problema interno de los conservadores onubenses, el resto de partidos habría de andar preocupado por cómo presentar a los onubenses un proyecto diferente al actual, creíble y honesto con las personas; un plan de obligado cumplimiento por parte de los concejales electos y en el que se vea que están más por el servicio público que por la solución de su situación económica o laboral. Esa tiene que ser la idea, el compromiso y la realidad posterior de una nueva mayoría municipal.
1 comentario en «EL LABERINTO.
La deuda y el compromiso.
[Javier Berrio]»
Si no estoy mal informada, un nuevo partido político está entrando en la escena de la política municipal de Huelva, llamado Ciudadanos Independientes de Huelva (CIdHu). Propone soluciones realistas y el desmantelamiento de esos grandes sueldos que ganan todos los Concejales (PP. PSOE e IU) y el Alcalde. Menos asesores y más arrimar el hombro. ¿Será verdad algún día?