Los cambios sociales se producen con enorme lentitud. Las tendencias electorales llevan su tiempo y aunque en el conjunto del Estado español se observan algunos alteraciones respecto del bipartidismo, estoy convencido de que en el terreno consistorial Huelva debe permanecer en posiciones muy cercanas a la de las pasadas elecciones municipales. Como sabemos, el PP estuvo a punto de perder la mayoría absoluta, pero hay que resaltar que después de 16 años de gobierno casi personal de Pedro Rodríguez, la mayoría de los votantes volvió a manifestar su posición favorable a este hombre sin especial afecto a las siglas que le aupan a la alcaldía. Él mismo ha insistido en multitud de ocasiones que es alcalde por el deseo de los ciudadanos y no por su pertenencia al partido de Rajoy; declara cada vez que tiene oportunidad que podría ser alcalde por cualquier otra opción que se presentase.
En el PP ha habido movimientos para disuadirle de ser candidato a las próximas elecciones y han sonado nombres dispuestos a sustituirle en la cabecera de la lista popular pero él ya se ha proclamado aspirante a los próximos comicios saltándose las decisiones orgánicas y como al final es una garantía de posible éxito, el partido se rinde a sus decisiones. Pero lo peor de todo esto es que no encuentro en la oposición ni proyectos ni personas capaces de enfrentarle una candidatura con posibilidades. El PSOE sigue sin decidirse por Gabriel Cruz como candidato a pesar de que el portavoz socialista se ha implicado notablemente en el presente mandato. Supongo que los órganos del partido estarán midiendo los índices de conocimiento social de sus posibles candidatos y tan siquiera sabemos si al final tendrán elecciones primarias. En cuanto a IU, condenada en la ciudad como mucho a decidirse porque gobierne un socialista bien en coalición, como hace en la Junta de Andalucía con resultados tan irrelevantes para la comunidad, o con apoyos tácitos como ha venido haciendo en Diputación hasta que la tránsfuga del PP ha convertido en innecesario a Rafael Sánchez Rufo, diputado por IU.
Huelva necesita despertar. La participación en los comicios locales es cada vez menor y la ciudad arrastra, languidecida, una existencia como urbe reducida a los festejos. No me opongo a que esos festejos existan y entiendo que la consolidación de las tradiciones está bien, pero ahora hay que pasar a otra cosa. La gestión en la ciudad básicamente ha desaparecido y no hay ningún aspecto que se pueda defender en su condición actual. Comprendo que, como decía al principio, el movimiento social es lento, pero alguien tiene que comenzar a provocarlo. Lo que digo es que los partidos tradicionales no están a la altura de convertirse en auténtica alternativa al gobierno actual en el ayuntamiento onubense y es por ello que hacen falte nuevas personas en otras formaciones diferentes. Sabemos que la Asociación Mesa de la Ría ha decepcionado a los electores porque se ha deshecho en sus propias contradicciones y que la desaparición del querido Vázquez Hierro le ha mermado cualquier posibilidad de volver a estar en el ayuntamiento.
¿Por qué Huelva no va a tener una voz propia para la ciudad con ciudadanos de a pie que no hayan vivido de la política ni tengan por qué hacerlo? Pero es verdad que primero los ciudadanos tienen que ver esa necesidad, que quieran hacer evolucionar la situación hacia mejoras posibles desde la limpieza y la honradez y con profundas reformas en el equipo de gobierno para que sea cómplice de la ciudadanía a la que representa. La gestión económica, la creación de empleo desde las posibilidades del consistorio, la apuesta por nuevas formas de producción y la facilitación de las condiciones a los emprendedores; la apertura cultural hacia el mundo exterior y de nuestra creación hacia ese mundo; el rediseño de una ciudad más cercana y practicable y la facilitación de los medios para que los comerciantes, hosteleros, etc., puedan serlo; la proyección turística de una ciudad que debe buscar sus posibilidades junto con su entorno, y ese largo etcétera que debe provocar la ilusión ciudadana en un proyecto que sienta como suyo y en el que participe.
1 comentario en «EL LABERINTO.
La necesidad ciudadana.
[Javier Berrio]»
Javier, me consta de que ya existe un movimiento nacido por y para los ciudadanos de Huelva, con el fin de dar otro aire, limpio, que pide la transparencia en todas sus cuentas y actos a la Corporación Municipal, que no se decanta por ningún partido de izquierdas ni de derechas, que es totalmente independiente y por tanto libre de ataduras convencionales «para no molestar a la Ejecutiva de turno y poder seguir saliendo en la foto». Ya es hora de que personas desinteresadas busquen el bien de sus convecinos, importándoles solamente el bienestar mediante la mejora de todos lo barrios, sin descuidar como es lógico, aquellas calles más representativas de Huelva, sin olvidar sus paseos y jardines y zonas de esparcimiento, como es el inacabado Parque Moret.