¿Por qué duermen los onubenses? ¿Por qué, cuando tanto se necesita su concurso, viven desaparecidos? ¿Qué tendría que suceder para que el onubense saliese de su letargo de resignación no disimulada? ¿A qué esperan? ¿Otro caudillo inaugurando plantas químicas venenosas para entregarles la salud, la dignidad y las vidas de nuestros hijos? ¿Acaso no es evidente el abandono en el que vivimos desde todas las administraciones, incluida la local?
La ciudad marginada en la confluencia de los dos ríos pasa sus días como si no sucediera nada, como si las decisiones de los que nos mandan no estuviesen conduciendo a la desaparición de nuestras clases medias y a la eclosión de un proletariado subsistente en los contratos basura. ¿Qué tendría que suceder para que Huelva se diese cuenta del drama en el que vive sin que nadie se acuerde de ella? ¿Dónde habría que poner los acentos para que abra puertas y ventanas al porvenir que le roban? Otras formas de hacer política, a favor del ciudadano, son posibles, pero Huelva vive de espaldas a las nuevas voces que la avisan por las esquinas.
Son pocos los que levantan la voz y la palabra. No todas las voces, no todas las palabras tienen que ser acertadas, pero Huelva precisa cambiar el signo de los días para dejar un futuro mejor a los que vienen. Pero, ¿qué habría de pasar para que Huelva asuma su responsabilidad? Los niños son niños y necesitan ser conducidos, educados y que se tomen decisiones por ellos, pero cuando crecen y se convierten en jóvenes adultos, quieren vida propia y asumirse como seres emancipados. Igual las sociedades. No ponerse en marcha, no autodeterminarse, no exigir lo que es suyo, no organizarse para levantar la voz y que esa voz se convierta en poder, es infantil, irresponsable, pura comodidad y ventajas para los listos que nos gobiernan. ¿Cuándo decidirás crecer, Huelva, y remover de sus poltronas a los que están ahí solo para su beneficio, por el ansia de poder y dinero estable y porque han creído que son funcionarios de por vida, como en muchos casos ya lo fueran sus mayores?
Nada ha cambiado. Nos gobiernan los mismos que lo hacían ayer y que se sentían tan cómodos en la abundancia de sus síes y genuflexiones al que todo lo podía y que tanto les benefició. ¿Cómo animarte a dar el paso a la madurez, abandonar la desesperanza e implicarte en los cambios que habrían de venir? Si no es así, las voces nuevas se cansarán y te quedarás más huérfana y vacía, más rendida al olor rancio y polvoriento de los que hoy ocupan tu poder municipal. Piensa y actúa, Huelva, porque solo soñar o conformarse es la perpetuación de la tragedia y no todos se quedarán a verlo. El grano cae en la tierra para germinar y crecer. Además de buena tierra, necesita agua, sol y cuidado esmerado. Huelva, sé la buena tierra en la que cae la voz nueva y que tus hijos traigan el agua y el sol. Si la semilla crece, Huelva aún tendrá futuro y si no, tendrá que conformarse con lo que hoy es, erial de nuevas ideas y pasaje de Santa Compaña que desfila desde el ayuntamiento y recorre las calles del centro desde donde convence, con su rendición a la tradición, al resto de la ciudad adormecida. Y eso tendrás, solo tradición, porque las puertas de la regeneración y las cosas nuevas, habrán quedado cerradas otra vez.
1 comentario en «EL LABERINTO.
Los onubenses que duermen.
[Javier Berrio]»
En tus frases, recordando esta adormecida y mortecina Huelva, regada por los rios Tinto y Odiel, me han trasladado a Nínive, aquella que fue hermosa ciudad, también situada entre dos grandes y hermosas corrientes fluviales de la llamada Mesopotamia del griego #Mesos=En medio y #Potamos-oi= Rios)es decir= En medio de los Ríos; tanta similitud no pudo evitar el declive definitivo de Nínive y por el borreguismo alarmante de los habitantes de esta Huelva ninivense, podría darse por la palabra sajona #missing =desaparecido-a. Cuando una población se dedica tan solo a adorar a sus ídolos (los políticos de siempre -PP, PSOE e IU-)por esa inercia está condenada a desaparecer de la «civilización del siglo XXI» y quedar postergada y arrastrar con ella a toda una hermosa Provincia por la parsimonia y el nuevo opio que les dan estos partidos que van solo a lo suyo:comer a nuestra costa y enchufar a los suyos en puestos bien retribuidos y llenos de prevendas. Pero estoy segura que Huelva a de despertar. Sigue clamando que ya te oimos.