A medida que se aleja el invierno y aparecen los primeros signos de primavera, los partidos políticos van poniendo en marcha su maquinaria de contienda electoral. Antes de que nos demos cuenta, mayo estará aquí y asistiremos a las elecciones para elegir el parlamento de la UE. Después, al año justo, estaremos en elecciones municipales y en Huelva la gran cuestión es si permanecerá la mayoría absoluta del PP, con Pedro Rodríguez al frente, o si la entrada o no de alguna formación de nuevo cuño arañará los suficientes votos aquí y allá como para que las cosas cambien y el próximo gobierno municipal, sea del color que fuere, necesitará llegar a acuerdos. Evidentemente, la ciudad precisa de nuevas actuaciones y de nuevas formas de hacer política y para esa labor, el actual alcalde ya esté superado. La política personal de P. Rodríguez tuvo virtualidad en su momento, pero hace ya tiempo que dejó de tener eficacia y, por lo tanto, sentido. Su insistencia en mantener listas casi intactas elección tras elección ha quemado sus posibilidades y aunque ahora realizase esos cambios, llegan tarde porque la credibilidad ya ha volado con la prosperidad de la ciudad.
El PSOE prepara sus europeas con la ilusión de ser el partido más votado y superar, después de unos cuantos comicios seguidos , al partido de Rajoy y, en Huelva, Gabriel Cruz, más o menos salvado el escollo que supuso el asunto de las viviendas de El Torrejón, sigue animoso hacia las primarias internas. Muchos, dentro y fuera de su partido, dudan de la capacidad de Cruz para desbancar a Rodríguez y llaman la atención sobre su bajo nivel de conocimiento popular. Pero, si Cruz no es más conocido es porque su propia formación no ha realizado la labor que le tocaba y está claro que elementos internos relevantes no han estado por apoyarle. Por otra parte, para IU, repetir los tres concejales o subir al cuarto beneficiado por la tendencia general al alza de la organización de Cayo Lara, estaría muy bien pero más sería incomprensible. UPyD, AMR y, sobre todo, Ciudadanos Independientes de Huelva (CIdHU), son la auténtica incógnita. Además, ignoramos si Ciutadans abrirá sucursal en Huelva y concurrirá a las elecciones por libre, lo que dificultaría las posibilidades de otras formaciones pequeñas para, al final, no entrar ninguna de ellas en el Ayuntamiento –Ciutandans incluido-, y dejar por cuatro años más las cosas como están.
El Ayuntamiento de Huelva, por su lado, comienza su especial campaña anunciando el asfaltado de 15 avenidas de la capital, dedicando para ello 450.000 euros (30.000 de media). También ha subido el presupuesto para mantenimiento de barriadas en un 5%, cuando antes lo había bajado en un 30 –a ver si hacemos cuentas-. Lo de siempre, pero hay que informar para que los ciudadanos sepan y decidan. Además, solo el aumento de la base social dispuesta a ir a las elecciones puede variar el rumbo de una ciudad paralizada en la endogamia de su equipo de gobierno y la escasez de alternativa de los partidos de la oposición en el consistorio onubense.