A las 3.13 horas de este lunes se ha producido el momento más esperado de la Romería del Rocío: el tradicional salto de la reja. Hasta esa hora no se ha producido la llamada de la Blanca Paloma a los almonteños. Eran sólo unos minutos antes que el pasado año y tenía lugar el inicio de la procesión de la Reina de las Marismas, que visitará una por una las 114 filiales antes de regresar a la ermita, lo que viene sucediendo al filo del mediodía en los últimos años.

A las 3.26 horas, unos 13 minutos después de producirse el salto de la reja, la imagen de la Virgen del Rocío se encontraba en las puertas del santuario, después de casi un cuarto de hora intenso en el que los almonteños han mecido a la Señora en el interior del templo hasta conducirla a la entrada de la ermita.

La principal novedad de este año respecto a romerías pasadas está siendo la gran lentitud con la que los almonteños están llevando a la Virgen. En esta ocasión, lejos de la rapidez del pasado año, los almonteños se están recreando y haciendo disfrutar a los romeros de la Señora como pocas veces antes se había visto en los últimos años de Rocío.

En el capítulo de anécdotas cabe apuntar el rumor, que corrió como la pólvora por toda la aldea, de que se había vuelto a romper un varal del paso y que la Virgen regresaba al Santuario. Afortunadamente el rumor fue sólo eso, un rumor y la Virgen continuaba por las calles de la aldea en una procesión marcada por la normalidad y por su lentitud.