El Museo de Huelva ha cedido durante dos meses, en concepto de préstamo temporal, el jarro zoomorfo tartésico de la Necrópolis de La Joya –situada en el centro de la capital onubense- al Museo de Cádiz, dentro del programa ‘Los Museos Viajan’, de la Consejería de Cultura. La iniciativa tiene como objetivo que las provincias andaluzas conozcan su historia, a la que se pone de manifiesto lo que une y lo que singulariza a cada una.

Es una oferta diversificadora en el territorio andaluz que trata de materializar los viajes como una forma de ampliar el conocimiento y de poner este concepto al alcance de los museos andaluces. De este modo se persigue que una obra procedente de otro lugar ‘dialogue’ con obras del museo receptor.

El jarro zoomorfo tartésico es una de las piezas clave para entender el periodo orientalizante o tartésico. Está realizado en bronce y se data en el siglo VII a. C. Presenta elementos zoomorfos (ciervo y caballo), y procede de la tumba nº18 de la Necrópolis de La Joya, situada en el centro del casco urbano de Huelva.

De su importancia da muestra el hecho de que en 2014 formó parte de la exposición del Museo Metropolitano de Nueva York ‘De Asiria a Iberia en los albores de la Era Clásica’, una de las más importantes muestras arqueológicas del año en el mundo, que trataba la evolución de las principales civilizaciones del mediterráneo en el I Milenio a. C. Esta muestra fue visitada por 143.000 personas, según los datos oficiales facilitados al Museo de Huelva por el Metropolitan de Nueva York.

La pieza fue presentada ayer jueves por la delegada territorial de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta en Cádiz, Remedios Palma, en el Museo de Cádiz, y se configura como el elemento principal de una exposición temporal denominada ‘Museo de Huelva & Museo de Cádiz – Representaciones de animales en la Antigüedad’, en el que el jarro onubense dialoga con una selección de las más importantes piezas arqueológicas del museo gaditano con representaciones zoomorfas, como lucernas, ajuares de diversos metales preciosos o esculturas de mármol, con el denominador común de la presencia de algún animal en sus formas.