La inauguración de la iluminación de las calles por las que discurrirá la procesión de la Virgen del Rocío por Almonte el próximo martes y el inicio del triduo han sido los dos actos más señalados de este viernes en una localidad que vive con especial intensidad las horas previas a la Venida de la Blanca Paloma, en un acontecimiento que se produce cada siete años y que los almonteños esperan con ilusión y, según se acerca el momento, con nervios por acelerar el encuentro con su patrona.
El solemne Triduo del Rocío Chico daba comienzo, a las 20 horas del viernes, y durante el mismo tenía lugar el acto de juramento e imposición de medallas a los nuevos hermanos, más de un centenar en esta ocasión. A las 21:15 horas se rezaba el Santo Rosario, seguido de ejercicio del Triduo y Santa Misa, presidida por Francisco Echevarría Serrano, vicario general de la Diócesis de Huelva y con el canto del Coro de la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Sevilla Sur. A continuación, se bendijo el pañito y el capote que cubrirán a la Virgen durante el traslado a su pueblo. Donados por hijos de Almonte y realizados bajo la dirección de José Manuel Vega Morales.
El triduo continúa hasta el domingo y el lunes tendrá lugar la solemne Función Votiva, en la que se renueva el voto de acción de gracias. A su finalización, tiene lugar una procesión eucarística de la Custodia bajo palio alrededor del Santuario. Será después de este acto de fe cuando se lleve a cabo, «una vez que el pueblo almonteño lo decida», el traslado de la Virgen del Rocío a Almonte.
No hay una hora determinada para la partida hacia Almonte, aunque lo hace de manera tradicional al anochecer. La Virgen del Rocío, ataviada de pastora y cubierta para evitar que la imagen se dañe con el polvo del camino, llegará al amanecer del día 20 al Alto del Molinillo, en El Chaparral, donde se le descubrirá el rostro con los primeros rayos del sol. Después se procederá, tras un imponente recorrido por las calles engalanadas del pueblo, a su traslado hasta la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, donde permanecerá durante nueve meses, hasta que sea de nuevo trasladada la imagen a la aldea almonteña para la celebración del Rocío de 2020.
