(Firma: Paco Morán) El Recre y Ucam de Murcia, dos de los clubes que mas han invertido en plantilla esta temporada para estar arriba, dejaron en el Colombino un partido de pocas ocasiones de gol. Pero dejó sobre todo, la puerta a cero en el Decano por primera vez desde el arranque de la temporada.
Y los equipos que al final están arriba no son los que más goles meten, sino los que menos encajan. Ese es el camino que puede llevar a Alberto a estar entre los cuatro primeros del grupo.
Una leve mejoría en defensa vimos en el Recre con la entrada de Diego Jiménez que, salvo un error que le pudo costar un gol, estuvo mucho mejor que Borja en otros partidos. Es más rápido y esa virtud no la hemos visto en la defensa del Recre en los primeros partidos. La velocidad en los centrales es fundamental.
El que debe volver es Morcillo, al que ni de largo le veo como cuando salió del Decano. Debe mejorar mucho si no quiere perder la titularidad al igual que la ha perdido Borja.
Porque partiendo de la base que Alberto tiene mucho potencial de medio campo hacia arriba, se está centrando en mejorar su organigrama defensivo. Ayer metió a un hombre más en medio campo que ayuda en esa labor. Gustavo Quesada te ofrece trabajo en medio campo y se arremanga cuando hay que bajar a defender.
Pero si hay alguien a quien destacar en el día de ayer, ese fue Alberto Quiles. Fue el mejor de los veinte seis jugadores que saltaron al césped. Dio un recital jugando de falso nueve. Para mí, fue la clave del partido.
Fue Quiles el hombre que desorganizó a la defensa del Ucam haciendo que nunca atrás ellos tuvieran claro el qué hacer. Quiles cayó a banda, se metió entre líneas, bajo a defender, intento filtrar pases, fue generoso en el esfuerzo… en definitiva, de los mejores partidos que le hemos visto últimamente.
Cuatro partidos con dos victorias en casa y dos derrotas fuera. Y un rival directo en la lucha por el ascenso, el Ucam. Y ya la prensa que le sigue dejó caer el nombre de Salmerón para el equipo murciano si la cosas no mejoran por allí. Fue el entrenador que los ascendió a Segunda. El joven Rubén Albés ya tiene la espada sobre su cabeza. Dos puntos de doce hacen que la presión le atosigue.