(Firma: Paco Morán)  El domingo en el Colombino pareciera que más que un partido de fútbol se vaya a jugar un plebiscito. Pocos, muchos o algunos, esperando la derrota del equipo para ver en bandeja la cabeza de Alberto. Yo no soy partidario de cesar a entrenadores, si bien sé  el mundo en el que vivo y esto de fulminar a entrenadores se hace desde la prehistoria del fútbol.

El cesar a Alberto sería llegar al entrenador número siete desde que el club fue politizado. Muchos entrenadores que dicen del poco tino de nuestros dirigentes a la hora de contratar a técnicos. Y porque cesar a Alberto, supondría un nuevo desembolso económico a los 145.000 habitantes de Huelva capital. Creo que los políticos que gobiernan en el club, mucho deberían pensar el despido y la ruptura de un proyecto que habían vendido que era a dos años. Si se cargan al eje básico del proyecto, ¿ya sería un nuevo proyecto?

Porque creo que todos tenemos claro que el enésimo error de los dirigentes no lo pagarán ellos, sino los habitantes de Huelva; el que va al fútbol, y el que ni sabe dónde está el estadio.

Porque desde la politización de la entidad, cada error ha sido una nueva apertura de la caja común de los onubenses para pagar esos errores. Y ya por no hablar de la dimensión de personal que trabaja en un club de Segunda B. Un Recre que vive por encima de sus posibilidades, acabará ahogado en su deuda.

Un contrato de gestión por diez años que se le otorga a Eurosampo y al año y medio los políticos que gobierna en el Decano, se dan cuenta que fue un error. Esto ha supuesto un pago aplazado de indemnización a Juanma Lopez.

Y sin olvidar un préstamo que se pidió a Krypteia y no a un banco, que ha provocado que el Recre pueda perder su Ciudad Deportiva al no cumplir con el pago de ese crédito. Un crédito que al ser impagado, está suponiendo la subida de los intereses cada segundo que va pasando. Y así podríamos encadenar errores, sin olvidar el mayor de los cometidos: reventar el proyecto Salmerón-Carazo que nos llevara a ser primeros de grupo.

Por ello espero que los comisarios políticos y los jefes, mediten y piensen antes de tomar el fallo, dado que es muy fácil, con el dinero de los demás, tomar decisiones en caliente.