(Firma: Paco Morán) Patada adelante para ver en qué lugar acaba atracando este barco a la deriva. Desde el 6 de junio de 2016, cuando se expropia las acciones de la SAD, Club Recreativo de Huelva, todo ha ido de mal en peor.
Lo que parecía ser una solución se ha convertido en un camino hacia ninguna parte. Tal vez el alcalde tiró por la solución más acertada en su momento para echar a Comas de la entidad antes de que prosiguiera su saqueo, pero creo erró a la hora de elegir a las personas para dirigir el club, si bien no fueron ellos, sino los políticos, los que tomaron las decisiones más importantes. Equivocaron éstos el movimiento de los hilos de sus figuras. Porque a nadie se le escapa que el contrato con Eurosamop firmado para diez años y que luego hubo que romper y pagar, junto a los préstamos que siguen sin pagarse, no fueron idea de Zambrano; él se limitó a firmar lo que los políticos le pusieron delante.
Que el club mantenga una infraestructura de un club de primera división que no funciona, estando en Segunda B, no es por deseo de los comisarios políticos, sino de los políticos.
Pero sean o no culpables unos u otros, lo cierto es que en tres años por el banquillo del Recre han pasado siete entrenadores, lo que hace inviable un plan de futuro. En el Recre la opacidad y la falta de transparencia brilla por su ausencia. En lo deportivo, y desde ese día seis de junio de 2016, el club ha ido derivando, salvo el oasis que vivimos la pasada temporada con el primer puesto en la clasificación. Y que casualidad, que fue el único año de todos estos en los que dejaron la elaboración de la plantilla y elección de un entrador a un profesional externo como fue Óscar Carazo. Las casualidades no existen en esto del fútbol. Son el conocimiento y el mercado en esta categoría lo que te hace triunfar. Porque se van Salmerón y Carazo junto a toda la plantilla, el club vuelve a manos de los mismo y otra vez como en años anteriores, comenzamos a pedir la hora para no descender a Tercera.
Hemos tenido este año cuatro personas (Zamora, Zambrano, Viqueira y Alberto) fichando jugadores, y díganme ustedes a quién o quiénes renovarían para la próxima temporada. No ha habido ni un solo fichaje que haya destacado.
Estos datos no salen de la subjetividad, sino desde la objetividad.
Ya en lo económico, ni les cuento el caos. Dinero público que sin ninguna explicación se saca del bolsillo de los ciudadanos para meterlo en un pozo sin fondo y colocarlo en manos de personas que han demostrado su incapacidad para gestionar lo económico y lo deportivo.
Y más que estar preocupado por el presente, me preocupa el futuro.
El alcalde tiene los mismos datos que doy e imagino que habrá hecho balance de estos años. No hace falta ser muy listo para saber que hay que cambiar lo que no funciona. En nada habrá un nuevo mangazo al bolsillo de los onubenses. ¿Piensa el alcalde seguir confiando en las mismas personas que están llevando al Decano hacia el caos?