Cartaya rinde homenaje a la saga tamborilera de ‘Los Pollos’ en una exitosa VII Noche en Blanco en Cartaya, en la que numerosos vecinos y visitantes disfrutaron de más de una treintena de espectáculos y citas culturales simultáneas durante cinco horas ininterrumpidas, en once escenarios distintos, y se convierte en el mejor escaparate del folclore y la gastronomía de la provincia de Huelva.
En este marco, el Ayuntamiento, señala la alcaldesa, Pepa González Bayo, hace “un merecido homenaje a esta familia de maestros tamborileros por su inestimable contribución a la difusión y promoción del patrimonio cultural onubense”.
Acompañada por su equipo de Gobierno, la presidenta de la Diputación Provincial, María Eugenia Limón, y los hijos y nietos de los músicos, descubre un azulejo en la Placita Chica que “recuerda su legado, pone en valor la figura de estos artistas de la localidad y viene a saldar una deuda pendiente que tiene Cartaya con esta saga de músicos tan importante cuya labor trasciende las fronteras de la provincia de Huelva”.
Fue una noche intensa en la que convivieron, en apenas unos metros, multitud de manifestaciones y disciplinas artísticas. Tuvieron gran protagonismo las danzas tradicionales del Andévalo, con danzantes recorriendo de forma continua cada una de las calles del centro y mostrando la singularidad de cada una de ellas: la de Las Flores, de Sanlúcar de Guadiana; la de Los Cirochos, de El Almendro y Villanueva de los Castillejos; la de Las Espadas, de La Puebla de Guzmán; y la de Los Palos, de Villablanca.
Y todo ello a sólo unos metros del espectáculo de cante flamenco de la compañía de Jeremo Segura; de una de las Noches del Camino que revivió en el teatro el antiguo Coro de la Hermandad de Emigrantes; o del concierto de gaita y el tamboril de la compañía Antonio de Huelva,… No faltaron las castañuelas, con una masterclass a cargo de la compañía Kety Méndez, ni el baile flamenco de las academias de Charo Angulo y María Teresa. Tampoco los fandangos ni las canciones tradicionales del folclore onubense, a cargo del Coro de Voces Rubato, del Ateneo Musical Cartayero; o la palabra alosnera cantada, de la compañía Vive Alosno, cuyos integrantes ofrecieron una conferencia ilustrada del fandango.
Y todo ello, bajo la atenta mirada de las cigüeñas de la torre de la Casa de la Cultura, o las de la torre de la Iglesia, testigos privilegiados de cuanto sucedía en la próxima Azotea del Ayuntamiento, o al pie del naranjo del patio de la Iglesia de San Pedro, espacios cerrados al público que se abrieron para ser invadidos por la cultura en esta noche tan especial.
Positivo balance de la exitosa noche en Cartaya
De ella el Ayuntamiento, organizador de la iniciativa, hace hoy un balance “tremendamente positivo, por la importante afluencia de público, porque se convirtió en el mejor escaparate de nuestro patrimonio histórico y cultural, y porque nos ha permitido poner en valor la oferta cultural cartayera como elemento fundamental para enriquecer nuestra oferta turística y para crear economía y generar empleo”.