Desde hace aproximadamente una semana, el equipo de burros desbrozadores que trabajan en el entorno del Parque Nacional de Doñana ya han comenzado su trabajo de prevención de cara al verano del próximo año.
Coordinados y bajo la planificación el grupo ecologista femenino ‘Mujeres por Doñana’, estos 18 asnos se adelantan a las administraciones en la labor de evitar, en lo posible, la devastación forestal a la que ya nos estamos acostumbrando cada año.
Ellos, como desde hace años, son desplazados a cortafuegos móviles situados en zonas de difícil acceso para los operarios del Infoca. De esta forma, se consigue librar a espacios naturales del pasto seco y los matorrales que crecen fuera de control. Estos dos elementos que limpian los burritos son el verdadero “combustible” que está devastando la superficie natural de España verano tras verano.
Y lo cierto es que su esfuerzo funciona, pues toda la zona que desbrozan no se ha quemado nunca.
Su trabajo comienza por la mañana y son retirados de los cortafuegos al caer la tarde. Mientras tanto, las voluntarias acarrean, afanosamente con carritos de mano, el agua fresca que los burros necesitan para refrescarse durante su jornada de trabajo.
Pero resulta curioso observar que este destacamento de asnos cuenta con su propio líder: Un burro llamado Galileo y cuya historia tuvo un notable seguimiento en los medios de comunicación de bastantes países. Y es que este asno tan peculiar atesoraba la curiosa anécdota de creerse y comportarse como un perro. Galileo fue rescatado por el Ayuntamiento de Huelva, criado en una perrera de acogida y trasladado al crecer a la Asociación ‘El Burrito Feliz’. Su carácter decidido y afable consigue poner orden para que el resto de los orejudos trabaje relajadamente.
La unidad de bomberos orejudos de Doñana es enormemente famosa incluso fuera de nuestras fronteras y la propia UME (Unidad Militar de Emergencias) la considera un ejemplo a seguir en la prevención de los incendios forestales.
También su dinámica de prevención de incendios será, en breve, conocida en nuestras antípodas. De hecho, una productora australiana ha filmado, hace unas jornadas, un reportaje sobre la lucha de un grupo de mujeres y sus burritos por salvar el entorno natural, posiblemente, más degradado de Europa.
En unos días, un equipo de ‘Mujeres por Doñana y de la Asociación ‘El Burrito Feliz’ de Huelva se desplazarán al País Vasco donde han sido invitados por colectivos de la zona para asesorarles en la puesta en marcha de una Unidad de Burros Bomberos en Euskadi.
También ‘Mujeres por Doñana’ ha recibido una comunicación desde Presidencia del Gobierno de España alentándolas a continuar con su esfuerzo. Este detalle ha proporcionado un poco de ánimo para que este colectivo femenino siga trabajando altruistamente en la defensa, real, de los espacios naturales de este castigado entorno.
Seguramente en unos meses las administraciones comenzaran a reunirse para diseñar planes preventivos contra los incendios de verano. Mientras se organizan estas comisiones, un humilde grupo de burritos-bomberos ya se ha puesto en marcha para preservar unos bosques repletos de vida.