Cinco cazadores de la Sociedad de Caza ‘Virgen del Valle’ de La Palma del Condado rescataron el pasado sábado a una perra que había caído en el interior de un pozo de ocho metros de profundidad.
Según ha informado la Federación Andaluza de Caza, Manuel Romera y su hijo Pablo cazaban a la mano junto a sus compañeros Francisco, Abraham y Paco en los acotados de la Sociedad ‘Virgen del Valle’ cuando detectaron entre dos árboles el brocal de un pozo que, debido a su forma y a la vegetación y la maleza, representaba un peligro para sus perros ante la amenaza de que pudieran caer en su interior durante algún lance o acción de caza.
«Rápidamente, tanto los compañeros, como yo comenzamos a llamar a nuestros perros para amarrarlos y evitar un accidente. Fue en ese momento, cuando escuchamos los aullidos de otro perro y detectamos que procedían del interior del pozo: el animal nos escuchó y estaba pidiéndonos ayuda» explica Manuel Romera quien añade que «mi hijo se acercó al pozo y vio a una cachorra en el fondo del pozo; en ese momento decidimos que había que rescatarla y montamos el operativo con el material de que disponíamos».
Tras guardar a sus perros en los coches para evita otra caída, los cazadores acercaron los vehículos al pozo y ataron con una cincha a Abraham, uno de los cazadores, que no dudó en poner en riesgo su propia integridad física al descender los ocho metros del pozo para rescatar a la cachorra y sacarla del profundo agujero que, a pesar de estar seco, habría sido una trampa mortal para el animal.
«Estamos muy contentos porque salió todo bien y pudimos ayudar al animal, que estaba condenado a muerte» explica este cazador de la Palma del Condado quien aclara que finalizado el rescate, y realizadas las consultas oportunas, pudieron comprobar que la cachorra no tenía microchip. Sin embargo, el buen gesto de estos cazadores no termina con el rescate: Abraham, el cazador que bajó al pozo y recuperó a la cachorra, ha decidido adoptar al animal y convertirla en su compañera de caza.
«Este tipo de conductas ponen de relieve los verdaderos valores de la caza social. Quien se juega su propia integridad física para salvar a un cachorro de una muerte segura no merece tener que soportar a diario las mentiras de quienes, sin argumentos y con datos falsos, los acusan de maltratar y abandonar a sus perros de caza», señala José María Mancheño, presidente de la Federación Andaluza de Caza, quien agradece «el comportamiento ejemplar de estos cazadores onubenses que, una vez más, han demostrado que la caza no puede reducirse a falsos estereotipos repetidos sistemáticamente para criminalizar a quienes la practican».