Nació con espina bífida, ha sufrido toda su vida los rigores de la discapacidad. Este sábado, 3 de diciembre, se celebra el Día Internacional de las personas con discapacidad y Luippi (así se hace llamar en las redes sociales) es uno de lo máximos exponentes que Huelva tiene para dar visibilidad a los problemas que las personas con discapacidad sufren a diario.
Él lo hace todas las semanas a través de sus redes sociales, Facebook, Youtube (donde cuenta con miles de fieles seguidores), Instagram, pero sobre todo Tik Tok, donde en tan solo cinco meses ha llegado a acumular 15 millones de reproducciones.
Luippi es un joven activista amante del mundo audiovisual, el diseño gráfico y las patatas fritas. También le encanta la música. «Es imprescindible, un remanso de paz diario, el regazo donde apoyarte siempre que lo necesites, el refugio».
El onubense lucha día a día para paliar los estragos de una lesión medular por espina bífida y documenta su historia en estas redes sociales. En una entrevista a Huelva Ya, comenta que su infancia «fue muy feliz. Pasé momentos a los que volvería sin pensármelo. Tenía una forma de correr diferente pero por lo demás hacía vida con normalidad hasta los 12 años que no empezaron los primeros síntomas de la espina bífida y me cambió la vida por completo».
Su afección, que afecta a la médula espinal, le creó muchos problemas de discriminación: «me quedaba siempre el último cuando creaban los grupos de fútbol. Encima cuando les tocaba porque era el único que quedaba ponían malas caras, comparaciones, burlas, motes… y no solo discriminación por el alumnado, también en profesores, sobre todo los de educación física».
Pese a todo, Luippi afirma que «nunca le ha dado importancia a esto porque ya sabéis como soy, que al final me gané a todo el mundo, pero me costó muchos años integrarme y ojalá hubiera la misma educación que hay ahora para que me lo hubieran puesto más fácil» ya que «la educación está mejor en este aspecto, pero aún sigue habiendo muchas cosas que se pueden mejorar».
La idea de poner su imagen a la discapacidad «es para que futuras familias cuando busquen información sobre ello tengan un regazo donde apoyarse con la máxima información que pueda dar y de paso tranquilizarlos demostrando que el hecho de estar en unas condiciones diferentes, no supone que podamos conseguir grandes cosas».
Admite, no obstante, que «lo ideal es que tengamos especialistas que nos faciliten información en nuestro día a día, y recursos», pero mientras tanto, «ojalá poder contribuir a mejorar la situación y dejar más facilidades a las nuevas generaciones».
Ya son 5 años reivindicando desde los perfiles de Luippi «sobre todo tipo de barreras que nos encontramos día a día, con testimonios reales y vídeos de cada situación. Convirtiendo así algunas campañas en virales gracias a los medios de comunicación, las personas que comparten y las conferencias impartidas». Además de visibilizar las situaciones cotidianas, Luippi «defiende que para hacer una excelente labor hay que contar con las personas usuarias que son las que lo viven día a día y son conocedoras 100% de las necesidades».
Luippi y su experiencia en los hospitales
Las operaciones de médula son complicadas. En 2006, a los 12 años, a Luippi lo operaron por primera vez en la médula. «Tuve que estar el famoso mes y medio bocabajo y se complicó la cosa. Cogí infección en el líquido cefalorraquídeo y me tuvieron que meter de nuevo en quirófano. Cogí meningitis postoperatorio».
Así empezó en su primer año de instituto unos meses más tarde y como los pies seguían prácticamente igual, andaba con una bota ortopédica con hierros a los lados en el pie izquierdo. En 2007 le operaron de los pies, del izquierdo un alargamiento de tendón de Aquiles y como «lo tenía más deformado que un cuadro de Picasso, pues me lo colocaron como pudieron para asentarlo». Y tanto como en el pie izquierdo como en el derecho le intervinieron de los dedos gordos para que no estuvieran empinados y de la planta del pie para pisar mejor.
Seguía teniendo grandes dificultades para andar y en 2009 lo volvieron a operar, pero ésta vez de los dos tendones de Aquiles. «Las piernas enteras enyesadas y en pleno verano», comenta.
Después de los alargamientos de los tendones de Aquiles «estuve estable, con unos andares con ‘flow’ que no veas, pero estupendo. Durante esos años terminé el instituto, me fui a Huelva a estudiar y cuando acabé fui a continuar mis estudios en Sevilla».
En 2017 volvieron a operar a Luippi. «De nuevo la gran operación del mes y medio bocabajo». Al llegar a casa aún seguía encamado, «tenía la sensación de que lo había perdido todo. Luego volví a ingresar en diferentes hospitales, por lo que estuve todo el año 2017 hospitalizado, desde enero hasta noviembre».
Pese a todas esas dificultades, Luippi ha triunfado. Montó su propia agencia de publicidad y empezó a ayudar a gente a través de sus vídeos. «Estoy rodeado de personas increíbles, muy bien acompañado, y he recuperado la independencia viviendo solo de nuevo».
Respecto a este 3 de diciembre en el que se celebra el Día Mundial de las personas con discapacidad, Luippi se pone reivindicativo: «En España, el tema de la adaptación va cada vez mejor, incluso hay algunos que cuidan hasta el más mínimo detalle, pero lo que también es verdad es que no todos están dispuestos a ‘echarte un pie’ y se hace un poco complicada la estancia».
Por esta razón, Luippi reivindica que muchos discapacitados «pasamos de vivir a sobrevivir», y añade que «si no fuera por algunas barreras creadas por el humano ni me acordaba de que tengo una lesión medular».
Es por ello que «una vez que salimos por la puerta de nuestro hogar nos encontramos con innumerables obstáculos que resolver», por lo que «deberían de contar con nuestra opinión a la hora de realizar las leyes de accesibilidad, ya que sabemos de primera mano lo que se requiere»:
