Con la llegada de los Reyes Magos, los móviles, videoconsolas y herramientas tecnológicas están a la orden del día. Es una opción cada vez más en boga y que está haciendo que los juegos tradicionales, a los que jugaban nuestros abuelos y nuestros padres, se estén perdiendo a marchas forzadas, pero existe una asociación en la Sierra de Huelva, Chinchimonete, que está intentando conservar y divulgar el ocio sano de toda la vida y especialmente los juegos de mesa.

Manuel Parra es su presidente, y recomienda que los Reyes Magos traigan muchos juegos de mesa a las casas de los onubenses. «Nos permiten socializar, reivindicamos los juegos cara a cara que pongan a las personas como un foco de relación entre diferentes generaciones, sobre un tablero se crea una complicidad, los videojuegos desde nuestro puntos de vista esta bien, pero crean adicciones y aíslan a las personas mientras los juegos de mesa crean vínculos», afirma.

Si todavía no tienes el regalo para estos Reyes, estas son las recomendaciones que un auténtico experto en la materia nos hace para disfrutar en familia.

Las leyendas de Andor

Es un juego cooperativo de fantasía heroica, con mecánicas fáciles que te permite enfrentarte a criaturas y monstruos con ayuda del resto de jugadores. El objetivo del juego es luchar en familia por defender el castillo del viejo rey Brandur y convertirse en leyenda ya que los jugadores tendrán que crear estrategias en grupo para lograr los objetivos. Su precio, dependiendo de la aventura oscila entre los 42 y los 84 euros.

Cascadia

Elegido recientemente como el mejor juego del año en la Feria Internacional de Essen (Alemania) Cascadia es un juego con mecánicas principales de draft, colocación de losetas y construcción de patrones. En cada turno, el jugador activo deberá escoger una pareja hábitat y fichas de fauna. La loseta deberá conectarla a su conjunto de losetas, mientras que la ficha de fauna deberá colocarse sobre una loseta de hábitat que admita a dicho tipo de animal. Cada jugador disfrutará de 20 turnos en los que intentar maximizar su puntuación ampliando los hábitats es un juego muy educativo y conectado a valores medioambientales.

Catan

Ha sido el juego de mesa que ha revolucionado los juegos de mesa modernos. Este juego funciona con un sistema de comercio, donde los jugadores pueden intercambiar cartas de su mano entre ellos para construir carreteras, pueblos y ciudades.

Catan contiene múltiples factores que hacen que sea altamente rejugable. Se juega sobre un tablero hexagonal, donde los participantes colocan sus poblados y ciudades. Cada hexágono tiene un número, que cambia partida tras partida. Los números son la suma de los dados que se tiran en cada turno.

Aventureros al tren

Múltiples aventuras en tren. Los jugadores acumulan cartas de ciertos tipos de vagones que les permiten conectar diferentes ciudades a lo largo y ancho de Norteamérica. Mientras más largos son los recorridos, más puntos se ganan. Quienes consigan cumplir con sus Billetes de Destino conectando dos ciudades lejanas, y quien consiga construir la ruta ferroviaria continua más larga, ganarán puntos adicionales.

Iquazú

En Iguazú, los jugadores deben mostrar su valentía al moverse por lugares muy peligrosos, con el fin de poner a salvo sus piedras preciosas. Únicamente aquel que juegue estratégicamente las cartas y coloque sus piedras preciosas en las mejores ubicaciones, podrá ganar este juego. Este juego se puede obtener desde 25 €.

Unanimo

Es un party game que no deja indiferente a ningún grupo que lo juega, ya que se trata de encontrar una conexión mental con los demás jugadores. Con el objetivo de leerles la mente para coincidir con el resto de propuestas escritas, que surgen a raíz de tarjetas que se revelan ronda tras ronda. El juego sorprende con las respuestas del resto de jugadores aparentemente conocidos y permite descubrir con quién tenemos más feeling y con quiénes somos antónimos en ocurrencias. Siempre recordando que es un gracioso juego, nada de separaciones en mesa, ya que no estamos ante un juego de confrontación, sino no de similitudes.

Detective Club

Se juega alrededor de una mesa con tus ‘colegas’ detectives y con un conspirador infiltrado. Para descubrir quién es el infiltrado en el selecto grupo se mostrarán pistas en clave, mediante crípticas imágenes, de modo que los compañeros puedan entender que se sabe de lo que se está hablando mientras que ese conspirador no pueda comprender nuestro mensaje.

El jugador activo debe elegir una palabra o concepto para la ronda. Este concepto será el que todos los jugadores deban intentar representar o transmitir usando cartas más adelante. De esta manera, no interesa ser muy concreto, dado que corremos el riesgo de que los jugadores no tengan cartas con las que demostrar que saben a que nos referimos.

Virus

Desde apenas 12 euros es el juego de mesa más vendido en España. Es un baraja de cartas ágil en el que cuanto más rápido propagues tus enfermedades más divertidas serán las partidas.

En el hospital de Nuestra Señora de Tranjis saltan las alarmas cuando los novatos del laboratorio se dan cuenta demasiado tarde de que los contenedores de muestras no estaban vacíos como pensaban, contienen brotes de virus experimentales que ahora campan a sus anchas y sólo los jugadores pueden detenerlos.

La misión consiste en enfrentarse a la pandemia y competir por ser el primero en erradicar los virus logrando aislar un cuerpo sano para erradicar la propagación de terribles enfermedades. Éticos o no, todos los medios valen para ganar.

Ghost at home

Ghost at Home es una actividad familiar de carácter competitivo de 2 a 4 jugadores en el que cada jugador intentará escapar de su casa encantada antes de que lo hagan sus rivales. Para ello, los jugadores deberán avanzar por las diferentes estancias de su casa, evitando los fantasmas que los otros jugadores  enviarán para impedir la huida.

El juego está dirigido a un público más familiar. Las reglas son sencillas y se explican en un par de minutos, siendo las ilustraciones de las cartas lo suficientemente intuitivas como para que no tengamos que volver a acudir al manual para comprobar las acciones de cada una.

Azul

Azul es un juego de mesa abstracto, con una innovadora mecánica alabada por aficionados y profesionales. Lo primero que destaca es la calidad artística de la caja, con azulejos de influencia árabe como los que se encuentran en muchas zonas de España y Portugal. El objetivo de los jugadores en Azul es completar el tablero individual antes de que lo hagan los demás y ganarse así el favor de Manuel I El Afortunado, Rey de Portugal.

Más juegos para disfrutar

¿Te saben a poco estas recomendaciones?, pues Manuel Parra tiene más y es que podría pasarse el día entero hablando de este ocio saludable. En los bonus track de las recomendaciones de juegos de Chinchimonete destacamos:

Juegos que pueden jugar más de 100 personas a la vez: ‘Welcome hacia el perfecto hogar’ y ‘Numerama’
Colaborativos: Pandemia, Rescate, Magic Mace, Magic Rabbit
Familiares clásicos: Secuence, Rummikub, La Morada Maldita, Speed Cups y Ubongo

Según indica Manuel Parra, estos divertimentos tradicionales enseñan confianza, compañerismo y aptitudes ante la vida, por lo que tienen también un alto componente educativo. La solidaridad y el juego limpio, forman parte de todos ellos.

Por ello en Chinchimonete se han empeñado en que estas actividades lúdicas no se queden atrás. La asociación nació en 2015 con el objetivo de crear un ocio saludable y una alternativa a las drogas sociales, en ese camino ya cuentan con 80 socios y más de un millar de juegos en sus instalaciones en Cortegana en los altos de la Plaza de Abastos.

Las recomedaciones de Manuel Parra se basan en que son «muy vistosos, de temáticas muy depuradas pero sencillas que permiten disfrutar en familia en sus diferentes aspectos, ya sean cooperativos o competitivos. Son actividades lúdicas que además, «no ocupan demasiado tiempo por lo que se pueden repetir partidas y escoger diferentes estrategias en cada una de ellas»:

Sobre Chinchimonete

La Asociación Chinchimonete desarrolla diversas actividades en el entorno de la Sierra. Para empezar se reúnen todos los viernes por la tarde para jugar, aunque las llaves de la asociación siempre están a disposición de los socios por si no pueden aguantarse las ganas. Del mismo modo, también tienen un servicio de préstamo de juegos para llevarse a casa y probarlos entre los más de 1.000 que tienen.

Además tienen un proyecto con Diputación para recuperar los juegos tradicionales en las plazas de los pueblos, al aire libre, entre ellos una actividad genuinamente onubense y típico de la Sierra de Huelva que se está empezando a perder es el juego de la argolla, donde los jugadores tienen que intentar introducir una cuerda colgada de un árbol a modo de péndulo en una argollas dispuestas para ello. «Hay muchos juegos que intentamos recuperar pero ese podemos decir que es 100% de Huelva». Con ese proyecto van por las diferentes plazas de la provincia dinamizando los espacios públicos con los juegos de antaño.

Por otro lado también llevan a cabo intervenciones en los centros de enseñanza para hacer del juego «una herramienta didáctica» y para que los profesores «tomen ideas y los utilicen en sus clases».