Como bien es sabido, las tarjetas revolving suelen traer numerosos problemas a los usuarios, especialmente cuando eligen la opción de pago a plazos. En este sentido, la ley actualmente los ampara y en la actualidad, se pueden realizar reclamaciones e incluso recuperar el dinero, aunque eso sí, habrá que tener muy claro cómo tributar esa indemnización.
En España se han dado muchos casos de problemas surgidos a partir de las tarjetas revolving y, en este contexto es esencial saber cómo reclamar la cantidad de dinero que corresponde y por supuesto, contratar los servicios de abogados tarjetas revolving especializados que sepan iniciar el procedimiento adecuado y velen por el bienestar de sus clientes.
Con base en todo esto, hay que decir que, en el caso de que un usuario gane esta batalla en los tribunales, debe saber cómo tributar la indemnización de estas tarjetas, para no tener problemas en el futuro con este tema.
Las costas procesales
Cuando se habla de costas procesales se está haciendo referencia a aquellos gastos que se asocian a un procedimiento judicial. Por tanto, en el caso de reclamar tarjetas revolving, es importante saber que el proceso conlleva una serie de gastos y que será de obligación cumplir con la normativa actual vigente que regula todo esto.
En este caso se pueden dar tres situaciones claramente diferenciadas. Por un lado, que el usuario pierda y tenga que hacerse cargo de esas costas, así, sería responsable de pagar tanto los gastos propios como los del contrario, e incluso los honorarios del procurador y del abogado.
La segunda situación que puede darse es que se gane y que la parte contraria tenga la obligación de pagar las costas, por lo que debe hacerse cargo tanto de las suyas como las del demandante.
Finalmente, el juez puede dictaminar que no hay condena en costas y, por tanto, cada parte paga lo suyo.
¿Cómo tributar si el usuario es condenado en costas?
Si un usuario decide reclamar tarjetas revolving y no consigue ganar la demanda, entonces se entiende que ha sido condenado en costas. En este caso, hay que hacerse cargo de todos los gastos, pero, hay que saber que este pago se considera pérdida patrimonial con respecto al IRPF, por lo que se pagarán menos impuestos en este sentido.
¿Y si es condenada la otra parte?
Como es lógico, en este caso pasa totalmente lo contrario, de esta forma, la otra parte debe hacerse cargo de todos los gastos pero, el usuario deberá pagar con ello en Hacienda, puesto que esta entiende que se ha obtenido una ganancia patrimonial, en resumen, se pagará más por el IRPF.
¿Realmente tributan estas indemnizaciones?
Por norma general, las indemnizaciones judiciales se entiende que son una ganancia patrimonial y, por tanto, hay que incluirlas en la declaración de la renta, no obstante, con base en la ley del IRPF, existen algunas excepciones. Aquí se encuentran aquellas indemnizaciones que se dan como consecuencia de responsabilidad civil a causa de daños personales; otras que provienen de seguro de accidentes; y las indemnizaciones dadas por despido.
Intereses remuneratorios e indemnizatorios, ¿qué hay que saber?
Hay que saber que numerosas indemnizaciones están asociadas a intereses sobre su importe y es por ello que hay que tener muy claro cuáles son cada una. En este sentido, antes de iniciar cualquier proceso lo ideal es hacer uso de una calculadora tarjeta revolving para controlar mejor este tipo de cuantías e incluso el dinero que se puede recuperar.
Dicho esto, hay que decir que los intereses remuneratorios son aquellos que se dan a cambio de algo y tributan como rendimientos del capital mobiliario, es decir, se incluyen dentro de la base imponible del ahorro del IRPF. Por su parte, los intereses indemnizatorios son los que tienen por objetivo reparar un daño como consecuencia del incumplimiento de una obligación. En este caso, se consideran ganancia patrimonial y, por tanto, tributan como tal.
