Se trata de un mecanismo que cada vez se ha vuelto más popular entre aquellos usuarios que presentan algún tipo de deuda, sabiendo que se puede eliminar por completo o bien, de manera parcial, siempre que se cumplan una serie de requisitos y el afectado no sea reincidente, entre otras cosas.

Desde hace un tiempo, cuando una persona, ya sea de manera particular o de forma empresarial acumula deudas o impagos, se está acogiendo a la Ley de Segunda Oportunidad, también conocida como Mecanismo de Segunda Oportunidad. Hay que decir que esta normativa es 100% legal, cuyo procedimiento permite a las personas físicas tener la posibilidad de cancelar sus deudas, ya sea de manera parcial o total, siempre que se demuestre la imposibilidad de pago del usuario.

La Ley Segunda Oportunidad Madrido en cualquier otra parte de España se regula por la Ley 25/2015 de 28 de julio, así como el Real Decreto Legislativo 1/2020 del 5 de mayo. Hay que tener claro que esta ley es un mecanismo exclusivo frente a situaciones de imposibilidad de pago, a la par que protege los derechos de cobro de los acreedores. El principal objetivo de esta normativa es establecer un equilibrio entre ambas partes y buscar las mejores soluciones según cada caso.

¿Quién se puede acoger a esta ley?

Lo primero que hay que decir es que esta ley está pensada principalmente para trabajadores autónomos y particulares, si bien, no siempre tienen la oportunidad de acogerse a esta normativa, ya que para ello, hay que cumplir una serie de requisitos.

Tener deudas con dos acreedores

Como es lógico, nadie se puede acoger a esta ley si no tiene deudas, pero la normativa va más allá, puesto que solo se podrá hacer esto siempre que dichas deudas sean, como mínimo, con dos acreedores diferentes. Aquí se incluyen administraciones públicas, proveedores o entidades financieras, entre otras.

Insolvencia

Por supuesto, la persona que esté interesada en acogerse a esta normativa debe ser insolvente y demostrar que no cuenta con el patrimonio suficiente para poder realizar los pagos que correspondan.

Buena fe

Para acogerse a esta ley, el deudor debe demostrar que se ha actuado en todo momento de buena fe y que, a pesar de ello, no ha sido capaz de hacer frente a dichas deudas.

Tiempo

Otra cuestión a tener en cuenta a la hora de acogerse a la normativa es que, la persona interesada no lo haya hecho antes dentro de un periodo mínimo de cinco años.

¿Qué significa ser deudor de buena fe?

Sin duda alguna se trata de uno de los puntos más importantes, ya que si el deudor no demuestra que todo lo que ha hecho para poder pagar ha sido de buena fe, no tendrá oportunidad de acogerse a esta ley. En este sentido, existen algunos requisitos, de esta forma, es necesario que la persona no haya sido condenada por delitos contra la administración pública, contra los trabajadores, patrimoniales o económicos en los últimos diez años. Y también la ley establece que el concurso no haya sido declarado culpable.

¿Cuál es el funcionamiento de la Ley de Segunda Oportunidad?

De manera reciente, el proceso para poder acogerse a esta ley se ha ido modificando y ahora, lo primero que se hace es recopilar información y toda la documentación a través de la cual se pueda acreditar la situación financiera del deudor y la insolvencia que presenta. Esto es un paso fundamental para poder solicitar la cancelación de las deudas. Es importante comentar que, en la actualidad, se puede acudir directamente al Juzgado de lo Mercantil para presentar dicha declaración.

En cualquier caso, es importante mencionar que el deudor declarado insolvente, para acogerse a esta ley, tiene la oportunidad de escoger entre dos modalidades. Por un lado, la cancelación total de las deudas en el formato de liquidación de patrimonio y, por otro lado, la cancelación parcial de las deudas con un plan de pagos.