Es una práctica cada vez más común en muchas bodas. Lo de contratar un cortador de jamón es un servicio muy extendido en eventos multitudinarios que le ofrece a esas ocasiones un aire más especial, ya que los invitados pueden disfrutar de una experiencia culinaria inolvidable.

No se trata solo de degustar una de las joyas de la gastronomía ibérica, sino de quedarse fascinado con el buen hacer de estos profesionales. A continuación te enseñamos por qué es una buena idea incluir como servicio extra a un cortador de jamón en tu boda.

Descubre el arte del cortador de jamón para bodas

El jamón, siempre ibérico, es uno de los alimentos más emblemáticos de la cocina en España. Y si hablamos de bodas, no hay banquete en nuestro país que no esté salpicado con este producto, especialmente como aperitivo en el menú.

Vivir la experiencia de ver a uno o varios cortadores de jamón es todo un lujo y una garantía, ya que son profesionales que aseguran el máximo aprovechamiento de las piezas. Estos expertos llevan años perfeccionando sus habilidades, lo que hace que cada loncha esté cortada con total precisión y delicadeza.

Su dominio de la técnica garantiza que los comensales disfrutan de la mejor calidad del jamón. Y como no, también de la mejor presentación, pues el aspecto visual es otro de los alicientes para contratar cortador de jamon.

Cómo elegir el mejor cortador de jamón para tu boda

Una vez has decidido que quieres que se sirva jamón cortado a cuchillo en tu boda para que los invitados disfruten de ese espectáculo, lo siguiente será elegir al mejor profesional posible. Aquí la idea es sencilla, hay que destinar un presupuesto suficiente a esta tarea y valorar la experiencia del cortador de jamón.

Hoy en día hay muchos eventos, concursos y formaciones específicas que ayudan a conocer el nivel de esos profesionales. Por tanto, en la elección hay que atender a todos estos criterios: la trayectoria como cortador de jamón, si ha recibido premios anteriormente y si ya conoces su pericia por recomendaciones o experiencias anteriores.

Por supuesto, esto debe ir de la mano del presupuesto disponible, el servicio que presta un cortador de jamón tiene un precio que fijan los propios profesionales. Ajusta bien tus posibilidades sin olvidar que su labor no es sencilla, pues consiste en sacarle el máximo jugo a los jamones.

¿Qué riesgo puedo tener si no contrato un profesional?

Aquí la respuesta es clara, si quieres contratar un cortador de jamón pero no acudes a un profesional acreditado para ello, el resultado será una boda mucho menos plena. Es sencillo, no incluyas el servicio de ofrecer jamón recién cortado en directo si no van a participar profesionales expertos.

Solo ellos conocen en profundidad el producto, consiguen cortes uniformes y precisos y pueden realizar su tarea en el tiempo correcto sin hacer un elevado desperdicio de cada pieza y ayudando a los novios a seleccionar el jamón que mejor se adapte al presupuesto disponible y las preferencias personales.

La de cortador de jamón es una dedicación que ha ganado mucha popularidad en los últimos años gracias a las redes sociales y a la proliferación de concursos y eventos que se organizan. Esto lleva a que muchos aficionados crean que tienen capacidad para ejercer como cortadores en eventos familiares o multitudinarios. Y a menudo lo que se viven son experiencias mejorables, con cortes poco apropiados, desperdicio de jamón y un ambiente poco elegante.

¿Qué jamón elegir en una boda?

Una vez te has decidido por un profesional en concreto, la siguiente tarea es escoger el jamón. Aquí lo recomendable es dejarse asesorar por los expertos. A menudo es el catering el que tiene servicio de cortador o al menos se encarga de seleccionar las piezas.

Pero otras veces es el propio cortador el que aconseja las piezas a elegir. Para acertar de pleno lo mejor es decantarse jamones 100% ibéricos de brida negra, que son los de más alta calidad. Pero dentro de la categoría ibérico también hay otras opciones: brida roja, brida verde y brida blanca.

La brida, o el etiquetado, muestra el tipo de alimentación y el porcentaje de pureza de raza de los cerdos de los que se obtienen los jamones. Por lo general, cuanta mayor calidad tenga el jamón, más caro es el servicio que presta el cortador, porque la pieza es más costosa.

En resumen, al elegir jamón debes actuar de igual modo que con el cortador, ajustar las posibilidades a tu presupuesto y añadir una variable más, la del sabor, pues los ibéricos de brida negra o roja son los más cotizados, pero también los más intensos para el paladar, y quizás no todos los comensales aprecien o disfruten esas sensaciones.