Habitualmente, la principal razón de que tu vuelo se retrase en verano es la convocatoria de huelgas, tanto del personal del aeropuerto como de la aerolínea. Sin embargo, lo cierto es que esto no es lo único que puede hacer que tu vuelo se retrase este verano.
A pesar de que el mal tiempo en nuestro país suele estar presente en el invierno y durante la primavera, tu vuelo también puede verse retrasado en verano debido a condiciones meteorológicas adversas, y no solo hablamos de lluvias. Por eso, y como en esta época del año es muy probable que vayas a pisar un aeropuerto, te recomendamos que te informes con AirHelp para saber si puedes reclamar el retraso de un vuelo. A continuación, nosotros te contamos lo que sí o sí debes tener en mente.
Vuelo retrasado por lluvia
Las condiciones meteorológicas adversas son una causa habitual de retraso de vuelos en todo el mundo. A pesar de que nuestro país no sufra con frecuencia episodios meteorológicos intensos, estos poco a poco van siendo más usuales, especialmente las lluvias torrenciales.
Por eso es importante no confiarse solo porque vayas a viajar en una época del año en la que no son tan frecuentes. Las tormentas de verano son siempre posibles y pueden ser lo suficientemente fuertes como para hacer que tu vuelo sea retrasado.
Un ejemplo de esto ocurrió a inicios de mes en el aeropuerto de Barcelona-El Prat, donde, a causa de intensas lluvias, la mayoría de los vuelos tanto de origen como de destino operaban con al menos media hora de retraso.
Hay que recordar que las precipitaciones pueden ser peligrosas en lo que respecta al despegue y al aterrizaje no solo porque dificulta la visibilidad, sino porque, si esta va acompañada de vientos laterales, este puede interceder en la estabilidad de la nave, necesaria para llevar a cabo estas maniobras.
Retraso de tu vuelo por calor
Cuando hablamos de condiciones meteorológicas adversas pensamos en lluvia, pero es necesario tener en cuenta también las altas temperaturas. Y es que no solo las temperaturas bajo cero pueden retrasar tu avión (según la parte del mundo en la que estés, pues no todos los aeropuertos están igualmente preparados), sino que temperaturas extremadamente elevadas también pueden hacer que tu vuelo no salga puntual este verano.
No es un caso especialmente habitual, de momento, al menos en Europa, aunque sí ocurre en otras partes del mundo, por lo que hay que tenerlo presente.
El aumento de temperaturas hace que disminuya la densidad del aire, por lo que el avión tiene más dificultad para coger altura. Pero esa no es la única consecuencia, sino que las altas temperaturas también pueden generar tormentas eléctricas o precipitaciones intensas, además de facilitar el sobrecalentamiento de algunos equipos de la nave.
Qué dice la ley
Como vemos, son distintas causas relacionadas con la meteorología las que pueden hacer que tu vuelo se retrase este verano, por eso es importante conocer, al menos a grandes rasgos, lo que dice la ley que regula los derechos de los pasajeros en estos casos, que no es otro que el Reglamento (CE) 261 para los vuelos europeos.
Esto quiere decir que, si tu vuelo retrasado tiene como origen un aeropuerto comunitario, es esta ley la que va a regir tus derechos, una de las normativas más completas en lo que a derechos de los pasajeros aéreos se refiere.
¿Qué dice la ley? Pues la normativa europea establece dos requisitos principales para poder presentar una reclamación aérea.
Para recibir una indemnización por retraso, el vuelo deberá sufrir un retraso superior a las tres horas en su llegada al aeropuerto de destino. Además, las causas que hayan provocado dicho retraso deberán ser responsabilidad de la aerolínea.
Circunstancias extraordinarias
El problema para reclamar una compensación económica por vuelo retrasado por condiciones meteorológicas adversas es precisamente ese segundo requisito, el referido a las causas.
El mal tiempo extremo es, evidentemente, ajeno al control de la aerolínea, por lo que esta no está obligada a indemnizar a sus pasajeros si uno de sus vuelos debe retrasarse por esta causa.
Es lo que se conoce como «circunstancias extraordinarias», una serie de causas de fuerza mayor que exime a las compañías de su responsabilidad en caso de retraso o cancelación de vuelo porque, como es evidente, son causas que escapan de su control.
Además del mal tiempo extremo, también se incluyen otras como los riesgos para la seguridad o las huelgas de personal ajeno a la aerolínea.
Sin embargo, es cierto que, para que el mal tiempo se considere circunstancia extraordinaria, este debe ser verdaderamente extremo y suponer un peligro. Si no es así, la aerolínea sí podría verse obligada a compensar a sus pasajeros. Por eso, en caso de duda, se recomienda asesorarse con ayuda experta como la de AirHelp.
Así las cosas, es importante tener presente que, por mucho que viajes en verano, tu vuelo todavía puede verse retrasado por el mal tiempo.