El departamento de Parques y Jardines de la concejalía de Infraestructuras y Servicios Públicos del Ayuntamiento de Huelva ha iniciado esta semana la campaña de retirada de naranjas en los árboles de la ciudad. Se adelantan así, casi un mes, unos trabajos que suelen comenzar en enero, al acabar las Navidades, con la intención de evitar las consecuencias de la caída de la fruta madura.
La edil responsable del Área, Mariló Ponce, ha explicado que “con la maduración del fruto, las naranjas que caen al suelo, suponen un riesgo para los peatones, por los resbalones y tropiezos, pero además ensucian las calles, dificultando su limpieza, incitan al vandalismo y generan malestar entre los vecinos”. Además, ampliando la campaña, apunta la edil “pretendemos cubrir casi la totalidad de ejemplares, unos 4.000 naranjos, repartidos por toda la ciudad”.
La organización de los trabajos se establece en función del estado de maduración del fruto. De esta forma, tras una actuación de urgencia en Huerta Mena, actualmente se está trabajando en la zona peatonal del Casco Histórico, para avanzar después por San Sebastián, Tartessos, Pío XII, zona del Estadio e Isla Chica y a continuación, la barriada de Zafra, La Orden y poco a poco cubrir toda la ciudad.
La previsión es que los trabajos se prolonguen hasta mediados de febrero, compatibilizándolos con la poda de la arboleda, que ya ha comenzado en espacios como la barriada de la Hispanidad. Se trata de podas muy controladas, de clareos y reducción de copas exclusivamente de aquellos ejemplares que supongan una grave molestia para los vecinos o el tráfico de la ciudad, porque la intención es favorecer el crecimiento natural del árbol para favorecer que florezca el azahar y recuperar la imagen perdida en Huelva en los últimos años, de los naranjos en flor.
Una vez más, como apunta la concejala “se trata de ser lo más respetuoso posible con los árboles, para naturalizar la masa vegetal y avanzar hacia una ciudad más sostenible y verde”.
