Cuando todo parecía indicar que la pista de aterrizaje para las elecciones primarias en el PSOE estaba claramente expedita para Gabriel Cruz, secretario local de los socialistas de Huelva, desde la Consejería de Fomento y Vivienda de la Junta de Andalucía (IU), surgen las dudas sobre la gestión del, en su momento, delegado provincial. Naturalmente, la oportunidad está siendo aprovechada por todos, desde el PP a IU y, sin duda, dentro del propio partido socialista onubense.
Visto desde fuera, la verdad es que las actuaciones dentro de la consejería llevada por los izquierdistas, recuerda una maniobra interna dentro del propio PSOE, porque lo que no parece lógico es que la formación del vicepresidente de la Junta a ser gobierno y oposición sin que el PSOE le pida, cuando menos, explicaciones. Sabemos que IU es inevitable en cualquier gobierno de la Junta que no pase por la asunción del poder por el PP, partido ganador de las pasadas elecciones autonómicas, sobre todo cuando las encuestas siguen dando al PSOE bajada de porcentaje y claro aumento de los comunistas. Pero aún así, sacar a la luz en este momento supuestas contrataciones dudosas por parte de Gabriel Cruz o la no terminación de las obras, únicamente tendría sentido con conocimiento previo del PSOE.
¿Qué se dice en Huelva? Poca cosas, pero hay algunos que miran hacia cuatro lugares diferentes: la diputación como apoyo hacia Gabriel Cruz en la inauguración de su proyecto Foros Huelva 2015. Hacia Javier Barrero, como causante, por dejación, del estado poco organizado del partido en Huelva. De Mario Jiménez solo se dice que vive en la indecisión porque a la espera de lo que pueda suceder en las diferentes elecciones, no se atreve a actuar, puesto que él quisiera que su lugar esté en Madrid. Y finalmente, los que no pierden de vista la casa de la calle El Puerto, donde UGT, porque hay quienes piensan que el abandono de Jorge Puente de la dirección del sindicato socialista no fue casual y que aunque tenga que mantener las formas con Ignacio Caraballo, ambos no apuestan a lo mismo y que uno de los dos apuesta por sí mismo.
Las pistas de Gabriel Cruz hacia las primarias, en este momento, están llenas de agua y con peligro de patinazos y, en algunos lugares, francamente interrupta. Voces dentro del socialismo onubense, más o menos en alto, confiesan que hay dudas sobre la pertinencia de Gabriel Cruz por su carácter apocado y creen que poco o nada tendría que hacer frente a un Pedro Rodríguez que aunque vive sus horas más bajas, conserva mucho de su capacidad populista para seguir convenciendo a los más rancios del lugar aunque ya no tenga nada que dar. Temen que lo que la crisis ha hecho con él podría venir a solucionarlo un candidato socialista débil y, para quienes lo dicen, Gabriel Cruz lo es. A mi parecer, el portavoz socialista, quizá por inseguridad, ha tardado demasiado en consolidarse como el candidato, y esa dilación puede estar pasándole factura en la actualidad.