Se esperaba con ansía, con ilusión y con ganas de disfrutar a Manolo García en Huelva. El Foro Iberoamericano de la Rábida estaba a reventar, con las entradas agotadas desde hacía ya muchos días y Manolo García no defraudó, con un concierto de más de dos horas en el que demostró que o bien tiene un pacto con el diablo o bien ha descubierto el elixir de la eterna juventud.

Manolo García es tan sencillo, tan simple en el sentido no peyorativo de la palabra, que toca el corazón de sus seguidores con tanta facilidad de asusta. Y si hace falta también les hace moverse a ritmo de ese rock con aires aflamencados con el que destila sus mejores composiciones.

En el concierto de La Rábida deleitó con los temas de ‘Geometría del rayo’, su último álbum, con temas como ‘El frío de la noche’ o ‘En tu voz’, y enamoró con las canciones ya míticas de su repertorio, como `Pájaros de barro’ o ‘Insurreción’.

Manolo García es el espejo de sí mismo, el Manolo de siempre, del que siempre esperan sus seguidores y a los que nunca defrauda porque les da el sonido, las letras y los aires con los que ha venido triunfando desde que fuera ‘último de una fila’ en la que se ha colocado entre los primeros, por no decir el primero. Su música puede que no gane adeptos en estos momentos en los que los más jóvenes parecen ir por otros sonidos, pero lo que sí resulta seguro, seguro, seguro, es que Manolo García no pierde a ni un solo de sus miles y miles de seguidores con conciertos como el de la noche del sábado en el Foro.

El sábado próximo será el turno de Joan Manuel Serrat en el Foro de la Rábida. Otro incombustible que seguro tampoco defrauda.