El Grupo de la Mesa de la Ría en el Ayuntamiento de Huelva ha señalado que un estudio realizado a medio centenar de personas residentes en Huelva, sanas y con edades comprendidas entre los 35 y los 80 años, mediante el análisis de muestras de uñas (que reflejan exposición acumulada), ha arrojado la presencia en sus organismos de metales presentes en las balsas de fosfoyesos como el zinc, aluminio, hierro, cobre, níquel, cadmio, arsénico, uranio, vanadio, manganeso, cobalto, selenio, molibdeno, talio y cromo, especialmente perjudiciales para la salud.
En este informe presentado por el comité de expertos se ha podido constatar que el arsénico, uno de los mayores elementos cancerígenos conocidos, además de otros elementos que no poseen consenso científico sobre su peligrosidad, como son el molibdeno, el zinc y el selenio, están presentes en la mayoría de las personas residentes en las zonas urbanas más próximas a las balsas de fosfoyesos. Del mismo modo, se ha detectado alta presencia de uranio en los sujetos que residen cerca del polo químico y de las balsas de fosfoyesos, un elemento enormemente perjudicial para la salud.
Además, el informe del comité ratifica que “estos resultados son altamente compatibles con la llegada de dichas sustancias desde la balsa de fosfoyesos en condiciones basales, sin movimiento intensivo de maquinaria”.
Mesa de la Ría quiere denunciar también «la falta de información y datos oficiales con la que han tenido que elaborar el informe los miembros del comité de expertos, pues a pesar de haber pedido reiteradamente a las distintas administraciones estadísticas y datos sobre morbilidad y mortalidad, ésta nunca ha sido proporcionada pese a que la Ley General de Salud Pública obliga a ello».
Mesa de la Ría, en consonancia con las recomendaciones de los expertos, exige a la Junta de Andalucía a que, «una vez conocida la sobreexposición de una buena parte de los habitantes de la ciudad a diversos elementos potencialmente perjudiciales para la salud, se elabore un estudio epidemiológico para comprobar si en esa parte de la población (la sometida a una mayor exposición) se produce un aumento de las enfermedades asociadas a los mismos, datos con los que ya cuenta el Servicio Andaluz de Salud».