Un hombre de 43 años, M.R.M, vecino de Isla Cristina, ha denunciado una presunta agresión por parte de cuatro guardias civiles en la localidad costera, en lo que define como «un tremendo abuso de autoridad» que, asegura, le ha dejado «una costilla rota y una triple fisura en el escafoides de la muñeca derecha«.
Según se recoge en la denuncia presentada en el Juzgado de Guardia de Ayamonte, los hechos tuvieron lugar en la madrugada del pasado domingo, 11 de junio: «Eran las 4.20 horas de la madrugada, venía de la inauguración de un chiringuito y me paré en mi coche a coger las llaves de mi casa, ya que vivo muy cerca de donde lo tenía aparcado. Me senté un momento a ver unas fotos que me habían enviado por WhatsApp, cuando de repente me aporrearon los cristales del coche cuatro efectivos de la Guardia Civil».
«Me pidieron la documentación de malas formas y a gritos y cuando comprobaron que no tenía ninguna cuenta pendiente con la justicia me dijeron que saliera de allí. Yo no tenía intención ninguna de coger el coche, había bebido», asevera el denunciante, al tiempo que añade que «no debí hacerlo, pero estaba nervioso por la situación y lo hice, teniendo que esquivar a los coches de la Guardia Civil que me habían rodeado. En la situación le di un pequeño golpe a uno de los vehículos que estaba aparcado, no le hice nada, pero eso bastó para desatar la tormenta».
En ese momento, continúa la denuncia, «me sacaron del coche y tiraron al suelo entre gritos e insultos y me dijeron ahora te vas a comer toda la mierda del mundo y me amenazaron con denunciarme por conducción temeraria, acusándome incluso de romper un piloto al coche que había golpeado pese a que este estaba intacto».
«Cuando señalé que no había roto nada uno de ellos me empotró contra la pared como si fuera un jugador de rugby, fue ahí cuando me rompió la costilla. En ese momento llamaron a la Policía Local para que me hiciera el control de alcoholemia», algo a lo que, subraya M.R.M., «no me negué a sabiendas de que había consumido alcohol». El resultado, expone, «fue positivo, de 0,50 mg/l» (el doble de lo permitido en aire espirado). No obstante, asegura el denunciante, «el alcoholímetro no tenía papel para imprimir el resultado, por lo que legalmente no me pudieron denunciar».
Asimismo, M.R.M. asegura que «intenté incluso pedir ayuda a la policía local para advertirles, los conozco desde hace mucho, llevo 27 años trabajando en el Ayuntamiento, pero esto enfureció aún más la Guardia Civil. Antes dejarme marchar me cachearon y me dejaron desnudo de cintura para abajo en mitad de la vía».
Los hechos han sido denunciados ante el juzgado de guardia de Ayamonte, con fecha de registro del pasado 11 de junio, y en la denuncia se relatan los mismos, junto con el correspondiente parte médico, documentación a la que ha tenido acceso HuelvaYa.
Hoy por hoy, M.R.M. está de baja y asegura tener «fuertes dolores en el costado, especialmente cuando tose o ante respiraciones más fuertes tras la paliza».
Aclaración: Desde esta redacción hemos intentado, sin suerte hasta el momento, conocer la versión de los hechos del Instituto Armado, motivo por el cual no está recogida en esta información.
