CALLE PUERTO
El desastre de Mario

[Rafael Pérez Unquiles]

No es que lo escriba yo, es que se trata de una contundente realidad: desde que el PSOE onubense se encuentra en mano de Mario Jiménez, el portavoz socialista en la Cámara andaluza, va de mal en peor. El 22 de mayo va a quedar grabado a fuego en su historial político. Ha perdido votos a raudales en toda la provincia. Hasta el punto de que los antaño 20 puntos de diferencia entre PSOE y PP han quedado reducidos a dos décimas. Como leen, ¡dos décimas! Las que van del 36,84% del PSOE al 36,61% del PP. Los socialistas no han perdido la Diputación por 200 votos. Y se han quedado sin feudos históricos como el de Valverde del Camino, donde Loles López, la candidata popular, arrasó en las urnas. Y, según Mario Jiménez, quién tiene la culpa: la crisis y el desempleo. En fin… que el que no se consuela es porque no quiere. El batacazo ha sido de los que marcan época. Bella ha perdido la mayoría absoluta en Almonte y el comandante Millán en Cartaya. Tampoco tienen mayoría absoluta en Ayamonte ni en Isla Cristina. Y en localidades como Nerva el tiro y la compra de candidatos le ha salido por la culata. El PP en cambio ha logrado ayuntamientos como el de Aljaraque, donde David Toscano será el nuevo alcalde, o Cortegana. Además consolida feudos como los de La Palma, Palos y Lepe -vaya paliza que le ha dado Manuel Andrés González al PSOE- y ha arrebatado la mayoría absoluta a los socialistas en Gibraleón con José Ramón  Gómez Cueli. El cambio es espectacular. Tanto que el Monteconquero, el lugar elegido por el PSOE para celebrar su victoria, más que un hotel parecía anoche un tanatorio donde Petronila Guerrero, que ha perdido 3.000 y pico votos en relación con los resultados logrados por Manuela Parralo en 2007 a pesar de que la participación ha subido cuatro puntos en la capital, no hacía más que recibir pésames. Los ciudadanos de izquierdas de esta urbe se han decantado por Pedro Jiménez, que ha llevado a IU a una cifra superior al 10 por ciento, y por José Pablo Vázquez Hierro, que ha metido de cabeza y contra pronóstico a la Mesa de la Ría en la Corporación Municipal huelvana. La señora Guerrero, en su línea, no ha abierto la boca. Por lo visto, tras la debacle, no tenía nada que decir. Se marchó del Monteconquero con el rabo entre las piernas. El único que daba la impresión de sacar pecho en ese lugar y a esas horas era Manuel Domínguez, el alcalde de San Bartolomé y señorito de Beturia. Pero que no cante victoria, porque su gestión, por más que sea jaleada por muchos, ofrece numerosos puntos negros que estamos dispuestos a descubrir. Y más ahora que José Luis Barragán se halla dentro del Ayuntamiento bartolino. Menudo desastre. Y todo pesa sobre las espaldas del señor de Moguer. Igual se enteran ahora, Javier Barrero el primero, que los onubenses ya se han dado cuenta de las muchas mentiras y trampas de los dirigentes socialistas en Huelva. El crédito se ha acabado.