Furtivos

Mi hermano Paco me ha telefoneado hace un buen rato, pensaba que la noticia del pueblo estaría referida a otra muerte, un paisano o paisana que pasó a mejor vida y sus restos reposan ya, en ese bello rincón del Carrilejo. No era de muerte humana, no sino acerca de la muerte de un muflón acaecida en una finca del Taramar. Chaval, que lo siento. He cogido el “ratón” y clip, clip… la Red.. Cualquiera habla, sin duda yo sería condenado por “apología del furtivismo”. No, no tienes escapatoria. Pienso que lo has planeado mal y lo has ejecutado peor, ¡ por el Dios de San Francisco, en periodo de Veda! Y en los tiempos que corren. Todos te condenan, no te queda más que prepararte una buena defensa, con el arte de sacar, de donde “no hay” y que el zarpazo penal sea lo menos doloroso posible, Aquí tengo un recuerdo especial para tus padres e incluso para la memoria de tus abuelos. Ramón el de “Encina Seco” fue muy amigo de Paco “el de Fausto”, mi padre. No has calibrado los antecedentes, en el término de nuestro Berrocal querido se han cometido verdaderas masacres y seguramente, por desalmados foráneos, confiados en la “amistad” de algún paisano. Mira estos tiempos no son ya los mismos que aquellos, con Guardia Civil en el pueblo, se cobraban palomas cuando ya habían pasado los idus de marzo, la primera quinena; y en la era de Los Cotos se tiraban perdices de tres meses. Sabemos todos muy bien como la caza, en la pstguerra misma, era el aporte proteico de los habitantes de las tenencias. La cava, Mascote, Mascotejos, La Tiesa, El Taramar, Las Navas…Y también la Naturaleza era otra: había bellotas, había agua, había hasta nutrias en las riberas y no digamos galápagos, hoy un secarral; nos han invadidos los eucaliptus, no hay arbolea productiva, ni sirve de nada arrancar cepas y hacer carbón ¡Cuántos bolichos vieron mis ojos de niño en los cercados y en las tenencias nombradas! Has querido entrar en otro tiempo, con los instrumentos del presente ¡un rifle telescopio¡ No hombre, no, te has equivocado de tiempo y lugar. El tiempo no ha sido el de la temporada de caza; el lugar, por ejemplo, un Coto en la Sierra de Gredos, total con gastos de desplazamiento muflón, animal hermoso, pero animal, no has matado a un inocente antes de nacer, ni te “has echado al monte” por “una noble causa”. Ni menos , en una noche de borrachera y marihuana le has dado una puñalada al “segurata” de la discoteca… Tranquilo y asumir tu responsabilidades. Y ten conciencia que no eres el Conde de Yebes que se juntaba con todo los furtivos de Gredos y llegó a decir de ellos:
“ Envidiamos (los cazadores legales) y admiramos en él ( el furtuvo) al hombre que, mano a mano, con la Naturaleza, sin más recursos ni colaboración que su escopeta, sus piernas y su inteligencia, es capaz de vencerla”
Este Conde, cuyo condado era el pueblo de Yebes , en Toledo, era un Figueroa, es decir de la familia de Romamones y era Arquitecto y su delirio fue el escaparse del delirio del Madrid de los cuarenta del pasado siglo, a Gredos y sus amigos eran los furtivos de Matarredonda y otros pueblos de la zona y su amigo el filósofo Ortega y Gasset le escribió un Prólogo, escrito que se hizo famoso para iniciarnos en la Filosofía del Maestro y él como Platón, Santo Tomás comparó el filosofar con el Arte de Cazar. Y acaba diciendo Ortega:” Y, en efecto, solo piensa de verdad, quien ante un problema, en vez de mirar solo por derecho…. Se mantiene alerta, pronto a aceptar que la solución brinque del punto menos previsible en la gran rotundidad del horizonte” En fin quien caza , piensa, filosofa, pero el Estado todopoderoso vela por el cumplimiento de la ley, que muchos confunden con la moral. No tengas remordimientos, sí precaución, astucia y vista para no caer.. Lo mejor es que caces en el Coto y “en tiempo y forma”. Nada más.
José ROMERO DELGADO
Profesor Jubilado