Para los rocieros cartayeros, el que concluye esta noche con la llegada de la Hermandad del Rocío de Cartaya a la localidad, ha sido “un Rocío histórico, lleno de momentos de gran emotividad y realmente bonito”. Así lo describe el vicepresidente de la Hermandad cartayera, José Ángel Palacios, que reconoce que “nos hemos sentido muy arropados por todo el pueblo, por toda la gente que nos ha acompañado, tanto en la salida, que fue maravillosa, como en el camino, en el que no dejaron de sumarse peregrinos, o ya en la aldea, con momentos espectaculares, como la llegada, la presentación de la Hermandad o el momento en el que el pueblo almonteño acercó con tanto trabajo y tanto cariño a la Virgen al Simpecado de Cartaya”.
El apoyo, asegura Palacios, “ha desbordado nuestras previsiones más optimistas”, y Cartaya ha ido siempre arropada por mucha gente. “Una veintena de carros, y un número de peregrinos digno de reseñar, que cifrábamos en 400 pero que al final han sido muchos más, porque la gente se iba sumando al camino cada jornada, y además se ha trasladado al Rocío a acompañarnos en momentos históricos como la llegada o la presentación”.
Precisamente esta presentación tuvo lugar el sábado, pasadas las siete y media de la tarde, y la amplia comitiva cartayera llegó a las puertas de la ermita encabezada por la presidenta de la Hermandad, Consolación Díaz Palacios, y el alcalde, Juan Miguel Polo, y acompañada por representantes de distintas hermandades de la localidad.
Como “realmente impresionante” describe Palacios el encuentro entre la Virgen del Rocío y el Simpecado de Cartaya, que se produjo el lunes entorno a las 8:00 horas de la mañana, en la Plaza de la Virgen, junto a la ermita, que fue el lugar que nos asignó la Hermandad Matriz. En este sentido, el representante de la hermandad cartayera quiso agradecer “cómo el pueblo de Almonte se volcó con el Simpecado cartayero, y cómo, tanto quienes llevaban a la Virgen, como quienes estaban alrededor, abrieron paso para acercarse a Cartaya, viviendo un momento que jamás olvidaremos los que tuvimos la suerte de vivirlo”.
Cuando pasadas las nueve de la tarde de hoy la comitiva cartayera entre en el casco urbano del municipio, todas estas vivencias habrán quedado para el recuerdo, y será el recuerdo de un Rocío especial: el primero de la hermandad filial número 118.
