Un aparatoso incendio en una vivienda ubicada en la segunda planta de un bloque de pisos de la barriada Juan Carlos I de San Juan del Puerto obligó en la madrugada de este pasado sábado, 21 de septiembre, al desalojo preventivo de todos los vecinos del edificio.
Según ha informado en la mañana de hoy lunes el Sindicato Andaluz de Bomberos de Huelva (SAB), la gran cantidad de humo y de calor que se produjo en el desarrollo del incendio, hicieron que las labores de extinción de la dotación de bomberos compuesta por tres efectivos «fuera una tarea dura para los intervinientes», si bien «gracias a la rápida intervención de la Policía Local de la localidad y de los Bomberos del Consorcio, solo se ha visto afectada la vivienda donde se produjo la iniciación del foco» que, tal y como puede verse en las imágenes que acompañan a este información, ha sido devorada completamente por las llamas.
Una vez extinguido el fuego, los bomberos revisaron todas las viviendas colindantes y ventilaron aquellas que se vieron afectadas por el humo a través de los conductos de ventilación comunitarios. Además, debido a la rotura de una tubería de agua en la vivienda de origen, al finalizar las tareas de extinción el equipo de bomberos se afanó en la retirada de agua de la casa, ya que el domicilio de la planta inferior se estaba viendo afectado por la cantidad de agua caída.
Una vez finalizada la intervención, uno de los bomberos tuvo que ser asistido en el centro medio del municipio debido a un accidente producido en el desarrollo de la misma. Por suerte, se encuentra en buen estado, pero debido al accidente tuvo que dar por finalizado su servicio a indicaciones del médico de guardia.
Así, desde el SAB subrayan que «pese a la desafortunada situación vivida, solo tenemos que lamentar daños materiales». No obstante, los representantes de los trabajadores de los bomberos insisten en la «precaria situación que siguen viviendo en esta administración pública del Consorcio de Bomberos». Como ejemplo «cercano y vivido en la noche del sábado» nos ponen sus trajes de intervención, «trajes que debido a todos los contaminantes (algunos de ellos cancerígenos) que se producen en un incendio se tendrían que sustituir al dar por finalizada la intervención para evitar posibles enfermedades profesionales, cosa que no se produce y que expone a los bomberos a una arriesgada situación totalmente evitable tomando las medidas preventivas para la sustitución de los mismos».
