(Firma: Virginia Gutiérrez) Los hackers, el robo de material electrónico, la pornografía infantil y las estafas son algunas de las consultas más frecuentes a los abogados penalistas especializados en este tipo de delitos. El asesoramiento temprano resulta clave para salir airosos del conflicto.
Con el crecimiento de las redes sociales y la informatización de casi todos los procesos de nuestra vida cotidiana, estamos cada vez más expuestos una serie de delitos que pueden afectar nuestra intimidad, nuestra seguridad y nuestra integridad como personas.
Pero, ¿cuáles son los delitos informáticos más comunes?, ¿Cuándo y por qué debemos buscar ayuda profesional? Al respecto, hemos consultado a los abogados penalistas malaga de Rinber, por ser el primer despacho de abogados del país especializado en la defensa penal de este tipo de situaciones. Aunque son expertos en todas las ramas del derecho penal, tienen una larga trayectoria atendiendo delitos informáticos en todo el territorio nacional.
“Nuestros abogados tramitan asuntos relacionados con estas situaciones tan excepcionales en todo el país, participando incluso en cursos de formación en esta área concreta del derecho penal”, aseguran los responsables de la firma que ha realizado intervenciones en las principales televisiones del país como TVE, A3, Tele5 y La Sexta.
Delitos informáticos que ameritan llamar a un abogado
De acuerdo a la experiencia de los penalistas de Rinber Abogados, “los delitos informáticos han experimentado un enorme incremento durante los últimos años en nuestro país”. Según las cifras de la Fiscalía General del Estado, en sólo cuatro años este tipo de delitos han aumentado un 210%, debido a la mayor cantidad de usuarios de internet, el abaratamiento de las conexiones y la vulnerabilidad de ciertos sistemas.
El mejor momento para llamar a un especialista en delitos informáticos es cuanto antes. Solo de esa forma se contará con el asesoramiento adecuado y pueden evitarse problemas mayores.
La cobertura legal es necesaria de forma urgente ante las primeras señales de algunos de estos diez delitos informáticos que, según los responsables de Rinber Abogados, son los más comunes en España en los últimos años:
Estafa
Se trata del delito más popular de todos los del mundo informático, con cerca de 18.000 casos abiertos, que equivalen al 84% del total. Prácticas como el “phishing”, el “carding” han logrado el acceso a las tarjetas de crédito sin el consentimiento del propietario y la contratación fraudulenta de líneas de teléfono, por citar algunos ejemplos.
También proliferan las estafas en las actividades relacionadas con juegos en línea, aunque esta cifra se ha reducido mucho desde la creación de la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ) en el 2011.
Delito contra la intimidad de menores y acoso
Dentro de este tipo de delitos encontramos los de pornografía infantil y acosos a personas con discapacidad y menores. Las prácticas más habituales se registran en foros privados, conversaciones o grupos de WhatsApp, redes sociales o Skype, así como también en el almacenamiento en la nube.
Aunque existen aplicaciones y formas de controlar la exposición de los menores, se trata de una trampa fácil para los delincuentes, que han perfeccionado la sutileza de sus métodos.
Revelación y descubrimiento de secretos
Según los datos de la Fiscalía General del Estado, este es uno de los delitos que está creciendo con mayor velocidad. El descubrimiento y revelación de secretos, el acceso ilegal a los sistemas, el uso no autorizado de e-mails o la entrada ilegítima en perfiles de redes sociales, son casos de consulta cada vez más frecuente a los abogados especialistas en delitos informáticos.
Amenazas y coacciones
Cuando calificamos de “amenaza” desde el punto de vista penal, nos referimos a una comunicación de un mal que sea delito respecto a una persona, su familia o su propiedad. Esto, hoy en día, puede hacerse en foros de internet o comentarios en redes sociales.
La “coacción” es un término muy cercano pero refiere a los casos en los que el delincuente mediante violencia impide a la víctima hacer algo o bien la obliga a realizarlo.
Falsificación documental
Las nuevas tecnologías de la información han facilitado la proliferación de delitos de este tipo, a través de la manipulación de contratos, correos electrónicos o fotografías, entre otros elementos.
Los certificados y firmas electrónicas tienen buenos blindajes, pero no son infalibles.
Daños y sabotaje informático
Este delito comprende la destrucción de información con el borrado de datos, la rotura de equipos y la manipulación de información.
Suplantación de identidad
No hace falta ser famoso o millonario para que algún delincuente se beneficie al suplantar la identidad de esa persona, ya sea para cobrar un dinero, extorsionar, obtener información, etc. Las principales vías por donde se realiza son los correos electrónicos y las redes sociales.
Incumplimiento de contrato
Aunque este delito puede darse en otras ramas del derecho penal, cuando se trata del ámbito informático, se refiere a cuando se incumple por alguna de las dos partes la contratación para el desarrollo de aplicaciones o webs. La famosa “letra pequeña” puede ser un espacio vulnerable en este sentido.
Delitos contra la propiedad intelectual
En este caso, el delito informativo versa en la divulgación de contenidos a través de medios electrónicos y plagios.
Descargas ilegales o piratería
Según el “Observatorio de Piratería y Hábitos de Consumo de Contenidos Digitales 2014” de GFK, el 87,94 % los contenidos digitales consumidos en España ese año fueron piratas. Aunque la cifra no se ha actualizado al presente, sirve como termómetro para comprender la dimensión del delito.
En definitiva, son muchos los delitos de los que podemos salir perjudicados, por ello es importante contar con el asesoramiento oportuno de un especialista en derecho penal que pueda brindarnos la información, la protección y la seguridad necesarias en materia legal.