La Real Hermandad de Emigrantes de Nuestra Señora del Rocío de Huelva vivió una noche cargada de emociones en su despedida del barrio del Polvorín con la celebración de la función principal de instituto.
El evento, que tuvo lugar este sábado, fue presidido finalmente por el vicario episcopal de Huelva-capital, Joaquín Sergio Sierra Cervera, en ausencia del obispo emérito de Huelva, José Viaplana Blasco, quien envió una misiva para disculparse, resaltando su apoyo continuo a la Concha Peregrina.
Acompañando a Emigrantes en esta ocasión tan especial estuvieron la alcaldesa de Huelva, Pilar Miranda, y otros miembros de la corporación municipal, así como el presidente de la Diputación Provincial y alcalde de Aljaraque, David Toscano, autoridades militares y diversas hermandades.
Durante su homilía, el vicario Sierra nos instó a estrechar los lazos de fraternidad, recordando el hermanamiento entre Emigrantes y la Cena. Además, destacó la importancia de una vida de sencillez y santidad, haciendo hincapié en la constante presencia del pecado en nuestras vidas. Durante el ofertorio, los hermanos de la filial rociera realizaron una pública profesión de fe.
Tras la Eucaristía, se presentó el cartel de la romería de 2024, obra de la destacada artista onubense Ana Beltrán Ruiz, quien expresó su esperanza de que fuera del agrado de todos, agradeciendo la confianza depositada en ella por la junta de gobierno de Emigrantes. La pintura, un acrílico sobre tabla de 1 m. x 70 cm., representa la carreta del Simpecado al anochecer, con todos los faroles encendidos y personas rezando, reflejando la fe y devoción de los hermanos y devotos de Emigrantes en su camino.
Antes de emprender el camino de vuelta el presidente de Emigrantes, José Francisco Garrido Cruzado, quiso agradecer a la Cena su hospitalidad, señalando que “se habían sentido como en casa”, abogando por seguir estrechando los lazos de unión entre ambas hermandades, que intercambiaron unos presentes por estos emotivos días.
Cerca de las 22:00 horas, el Simpecado de Emigrantes partió de la parroquia del Sagrado Corazón para iniciar su emocionante recorrido hacia su casa en el Paseo de la Glorieta. La despedida del barrio del Polvorín fue multitudinaria, con el coro de la Hermandad de Montemayor de Huelva y una hermosa petada. El recorrido continuó por el Barrio Obrero, con melodías en la Asociación de Vecinos Santa Bárbara y una parada junto al azulejo de la Virgen de la Victoria, donde el coro joven de Emigrantes expresó su amor a través de la música.
El recorrido continúo hasta llegar la plaza del Plaza del Punto donde volvieron a sonar de nuevo las voces jóvenes del coro de la Hermandad de Huelva, para seguir hasta la plaza Niña donde el Simpecado fue recibido en la capilla del convento de las Hermanas de la Cruz. Significativo también el recibimiento de la Hermandad de la Esperanza donde fue cantada la Salve.
El cortejo llegó a la iglesia de la Concepción, donde también se vivieron momentos de gran emoción antes de continuar hacia la capilla, siendo recibido con una gran petada y la entonación de la Salve. La hermana mayor, Mariló Palanco, dio vivas a la Virgen del Rocío, a las hermandades presentes y a los coros de Emigrantes, Huelva y Montemayor.
La noche concluyó pasadas las 01:00 horas con una atmósfera cargada de devoción y emoción, marcando un hito en la historia de la Real Hermandad de Emigrantes de Nuestra Señora del Rocío de Huelva.