La concejalía de Políticas Sociales, Familia y Accesibilidad del Ayuntamiento de Huelva está desarrollando desde mediados de abril la ‘Ruta Inclusiva Joven’ un programa de integración social dirigido a menores para trabajar en la promoción de la salud y el manejo de emociones. En el ecuador de la iniciativa, tras las primeras cuatro sesiones, el concejal responsable del Área, José Manuel Moreno, se ha mostrado muy satisfecho “con la participación de 57 menores a los que estamos formando para ayudarles a afrontar los riesgos de la adolescencia, superando una época de cambios, no son solo físicos, sino que además van acompañados de un desarrollo psicológico y social complejo”.
El objetivo, ha dicho es “que cuenten con habilidades y estrategias efectivas para mantener una buena salud mental que les ayude a superar esta etapa del desarrollo llena de desafíos emocionales”.
La ‘Ruta Inclusiva Joven’ está destinada a menores y jóvenes de entre 11 y 18 años con el fin de potenciar conductas saludables a través de la educación emocional, las habilidades sociales y una reflexión sobre las tecnologías, el juego y las principales sustancias de consumo por parte los adolescentes.
Integrantes del programa joven
Los 57 integrantes se han dividido en dos grupos, 18 menores de 11 a 14 años y 39 jóvenes de 15 a 18 años que participan en siete sesiones de dos horas de duración cada una, hasta el mes de junio para abordar contenidos relacionados con la comunicación asertiva; la educación emocional, en cuanto a la identificación y manejo de emociones; habilidades para hacer frente a la presión del grupo de iguales; educación afectivo sexual, incluyendo identidad y orientación sexual; relaciones tóxicas; uso positivo de las tecnologías de la información y de la comunicación: TRICs; y consumo de alcohol, vapeadores, bebidas energéticas o juego patológico.
Las sesiones, que incluyen 15 minutos de relajación tanto al inicio como al final, están caracterizadas por una metodología que apuesta por técnicas e instrumentos que favorecen el desarrollo personal y las competencias psicosociales, con instrumentos como el juego y la simulación con la intención de garantizar el entretenimiento e implicación de los menores mientras se potencian sus habilidades sociales, gestión emocional y la reflexión.